Foto : Un Cuadro de Tunu Hecho por los Tawahkas Foto de Wendy Griffin
Capitulo
V: Telas, Vestuario y Maquillaje
Tradicionales
Tunu-Tikimí
Los Pech, igual que
los Miskitos, los Tawahkas, los Tolupanes y muchas tribus suramericanas en el
pasado usaban sabanas de tunu. En el
siglo 19 y antes tal vez también se
vestían de esta tela que está hecha de la corteza de un árbol y hacían bombadores
para jalar carga de este material. Los españoles de la época colonial dijeron
que los indígenas de la selva de Honduras nororiental se vestían de la corteza
de un árbol con que se cubrían la honestidad. No hay certeza que esta corteza
fue tunu, por que tunu se deshace cuando está mojado. Los Tawahkas
investigaron, y ellos más bien piensan que por lo menos una parte de la ropa de
antes fue hecha de la fibra de majao sin tejerla, que también está procesada de
una corteza de un árbol.
Los Pech iban a la
montaña a buscar tunu en el mes de Agosto. Solamente en Agosto se puede
cosechar. Estaba lejos de la casa de Don
Hernán donde tenían que ir a sacar tunu, se acamparon en la montaña para
procesar el tunu. Primero se buscó al
árbol. En la zona de Culmí al comienzo
de la decada de 1960 todavía se encontraba este árbol no muy distante de Culmí. En 1985 cerca de estas comunidades ya no se
pudo hallar y por lo tanto no pueden trabajar esta artesanía. Ya no hay cerca
de El Carbón tampoco. Un anciano Don
Florentino decía que lejos de El Carbón, en las montañas había esta planta pero
allí cerca todo fue destruido con la deforestación.
Después cortaron el
palo de tunu. Con un palo, quitaron la
corteza. No cortaron con machete por que
iba a cortarse el “algodón” del tunu. Se
lavaba en una quebrada para quitar las manchas.
Hicieron una fuegata largo como en tamaño de una mesa. Pusieron varillas de madera arriba. Pusieron los 3 o 4 tunus arriba de las varas
y se secaron. Se amarraban con un bejuco
con majao, los llevaban a la aldea. Eran más livianas así.
Les dejaban todo un
día hasta amanecer en el agua de una quebrada.
Entonces les sacaron y los pusieron encima de un trozo verde. Los machucaban con un mazo de madera, pakí en
Pech, que se van estirando. Ya quedaron
como el tamaño para un colchón o una sabana o un bombador que se utilizaba para
jalar carga de la frente, al estilo macapal.
Don Hernán logró ver
su papá y el papá de su papa traer tunu de la montaña. Su mama Doña Paulina antes lo procesaba. Ya que no hay ni por Trujillo, ni Culmí, ni
El Carbón, se compró un cuadro de tunu procesado por una mujer Miskita de
Wampusirpe, Gracias a Dios para mostrar como era el tunu de los Pech de antes
en el Museo de San Pedro Sula. Las mujeres Miskitas y Tawahkas procesan el
tunu, lo tiñe con tintes de fábrica importadas, lo cortan, y hacen cuadros
típicos, pegando el tunu teñido con
pegamento o bordando el tunu. Son
populares con las turistas.
Don Florentino de El
Carbón dijo que la tela de tunu además de servir de sabanas, los Watas, los
chamanes Pech pintaban en esta tela con tintas naturales y que estas telas así
pintadas tenían un significado mágico-religioso. En las leyendas de los Pech
ellos hablan de caminar en las montañas arriba de Catacamas en búsqueda de tunu
(Flores y Griffin, 1991). Doña Juana
recuerda que su abuela tenía un palo o mazo de madera especial para este, paki,
que se machuca el tunu encima de otro palo de madera y se estiraba. Véase la
descripción del paki en la sección de las artesanías de madera.
Hilo de Algodón y
el Vestido Tradicional de los Pech
Doña Juana dijo que
su abuelita también hilaba algodón. En
1930 cuando el señor Conzemius visitó a los Pech, ellos todavía hilaban algodón
que ellos mismos cultivaban. Era de un
árbol, igual que entre los Mayas de Guatemala. Después de sacar las semillas de
la bolita de algodón, Doña Juana las regaba en su solar, y crecían 4 o 5 palos
de algodón.
La abuela de Doña Juana tenía como un malacate
de madera que tenía un espacio en el centro para un palo que se llama huso que
tiene un ganchito arriba y con este hilaba el algodón. Este se puso dentro de
un guacal. Ella torcía el hilo de algodón con los dedos. Primero la abuela puso
a Doña Juana cuando era niña a sacar las semillas del algodón. Es el mismo
proceso que utilizan los Mayas de Guatemala y se ve en la exhibición sobre el
algodón y el hilo en el Museo de San Pedro Sula. Cerca de San Pedro Sula, los indígenas
pre-colombinos utilizaban malacates de barro decorados y el Museo de San Pedro
tiene más
Foto : Doña Juana en
Vestido Pech en la Playa de Trujillo Foto de Adalid Martinez
10 malacates. La
montaña cerca a Dulce Nombre de Culmi se llama malacate, había una comunidad
que se llamaba malacate, para ir del Valle de Olancho o Trujillo o Agalteca,
Yoro hay pasar por el Paso Malacate y cruzar la quebrada malacate mas que12
veces. Un pozo malacate con zacate alrededor al nivel del suelo es el tipo de
pozo típico de Honduras, no el estilo con paredes de piedra elevada al estilo
español.
Con el hilo de
algodón la abuela de Dona Juana hizo
candelas. La abuela tenía la tarea de
limpiar la Iglesia Católica de Culmí.
Ella trapeaba y lavaba y planchaba la ropa de los Santos. Mientras ella
limpiaba, ella dio a Doña Juana la tarea de recolectar las candelas que no se
quemaron por completo que trajeron los Ladinos para la feria de Dulce Nombre de
Jesús de los Payas que se celebraban el 1 de enero en Culmí. En aquel tiempo,
el sacerdote católico solamente venía una vez al año a Culmí en carreta de
bueyes por debajo de los pinos de Catacamas con una multitud de gente de
Catacams. El quedaba 3 días para la
feria, casaba y bautizaba toda la gente y se fue otra vez. La cera sobrante de
estas candelas la llevaban a la casa e hicieron candelas nuevas con las mechas
de algodón que hizo la abuela. Estas
candelas ellas llevaban a quemar otra vez para los santos en la iglesia. En su casa no usaban candelas, con ocote
alumbraban la casa. El costumbre de hilar algodón se ha perdido entre los Pech
y casi todas las étnias de Honduras por la introducción de hilos y telas de
fábrica.
Cuando Doña Juana
era niña ella ayudaba a su abuela preparar el algodón. En Octubre, Noviembre,
Diciembre ella sembraba algodón. En Marzo ya salían las pelotitas de algodón y
en Abril ya podía cosecharlo.
Primero se secaba el
algodón en el sol. La abuela puso una
niña a sacar la semillita. Después se
ponía a hilar. El palito que usaba tenía
un ganchito para fijar el hilo allá. Uno
va torciendo y torciendo para hacer el hilo.
Cuando Doña Juana era recién casada ella hilaba su hilo, pero ella
compró la tela en las pulperías de Culmí.
Ella sabía cortar y ella hacía su blusa, su vestido, su falda. Una tía
le enseñó.
Vestido Tradicional
de los Pech-Antes había un estilo de vestido especial de los Pech de los años
1950. Era vestido, no era falda. Llegaba hasta los tobillos. Tenía mangos de tres-cuartos. Era de una tela
de algodón estampada con florcitas que se llama sarasa. Las decoraban con
cintas de un color solido. Las mujeres pech andaban con un pañuelo en la cabeza
con el nudo debajo del pelo por atrás.
Antes las mujeres pech siempre andaban con la cabeza tapada. Doña Juana cortó y costuró este vestido a mano
de la foto para mostrar como eran los vestidos típicos de los Pech. Otras
étnias que antes hacía ropa de corteza de árboles como los Miskitos y los
Tolupanes, también en el siglo 20, hicieron vestidos típicos o folklóricos de tela de algodón de fábricas.
La abuela de Doña
Juana hizo ropa interior para usar debajo de su vestido. Primero
se cortaron dos pedazos de manta para la parte enfrente y atrás de una
falda, y se costuraban por los dos lados.
Después se cortaron dos pedazos de manta para el camisón, y se
costuraban por lo dos lados. A este último, ella puso cordones como la anchura
de los cordones de una brasier, para hacer el camisón la parte arriba. Después
se pusieron juntos. Ella puso encaje en
la parte debajo de esta ropa interior. A
veces no lo hizo de manta, sino de un algodón de un solo color como
rosado.
Los Pech no usaban
ni sandalias ni zapatos ni botas. Cuando
Doña Juana era pequeña, de un material parecido a una llanta, ellos hacían
caites. Tenían cordones de cuero de
ganado curtido que los Pech
compraban. Con caites los Pech protegían
sus pies dijo la abuela de Doña Juana. Si no tenían oportunidad de comprar
cuero, ellos hicieron las correas de majao. Siempre reventaba el majao, pero
era abundantísimo el majao. Caites de
cuero eran de origen pre-columbino en Honduras.
La palabra caite es del idioma indígena nahua.
La palabra para la
cosa redonda para hilar hilo, el malacate, también es de origen nahua. En
Honduras se utiliza esta palabra también para describir pozos de agua
tradicionales, como la frase pozo malacate. Entre Catacamas y los Pech de
Culmí, Olancho hay una aldea Malacate. También había una Quebrada Malacate en
Olancho. Cuando un sacerdote de la época
colonial fue del Valle de Olancho a la Costa, tenía que cruzar la Quebrada
Malacate 28 veces sin puentes. Arriba de Culmí, hay la Sierra de Malacate. Eran
importantes los malacates entre los indígenas de Olancho, sin embargo, no hay
malacates en el Museo de Rufino Galan en Trujillo y no les he visto en
colecciones privadas y ni en informes de los sitios arqueológicos de Honduras
Nororiental, entonces no sabemos desde cuando los Pech hilan algodón. Tal vez los malacates precolombinos eran de
madera en la zona de Olancho y Trujillo y se pudrieron.
Como se mencionó en
la sección de piedras, los Pech también utilizaban algodón con dos piedras que
rasparon juntas para formar una chispa, y el algodón se prendió fuego, entonces
puede ser de bastante antigüedad el uso de algodón entre los Pech.
El Maquillaje de
Achiote y Tile
En la década de 1970
cuando el padre de Don Hernán, Don Amado, todavía hacía ceremonias en la zona
de Culmí, los Pech todavía se acostumbraban de pintarse la cara con rayitas
rojas de achiote las mujeres y rayitas negros de tile (el carbón del hollín)
los hombres.
Para hacer el
maquillaje de achiote, se cocina la fruta del árbol de achiote, a en Pech. Se hace
un pan del polvo del achiote. Se agrega manteca o aceite o agua. Con un pincel o un dedo se dibuja las rayitas
en la cara.
Se hace igual con el
tile. Se agarra el hollín o sea el negro
que deja el humo del fuego en las paredes y el techo, y se cuela con un
trapo. Se sale el polvo. Se mezcla con manteca también. Antes los Pech guardaban polvo de achiote y
tile en tuza. Hay ejemplos del polvo de
achiote y tile en unos caracoles del mar en la exhibición sobre el
maquillaje pre-columbina en el Museo de
San Pedro Sula.
En tiempos
pre-Colombinos en América Central, no había muchas plantas que era posible usar
para sacar aceite o manteca. Por
ejemplo, probablemente no había cocos o palmas
africanas. Entonces los indígenas Pipiles de habla nahua, utilizaron
aceite de liquidambar para aplicar su maquillaje. Los árboles de donde se saca el aceite de
liquidambar crecen altos en las montañas, en bosques húmedos nublados, por
ejemplo en Olancho en la zona Pech. Ha
sido patrimonio de los hombres Pech desde hace mucho tiempo de sacar el aceite
de liquidambar (ejtama en Pech) y tal vez era una actividad pre-Colombina de
sacarlo y venderlo a los Pipiles y los Aztecas, además de utilizarlo en sus
ceremonias. Son escasos ahora los árboles de liquidambar, se encuentran lejos
de las comunidades Pech, y muchos están en áreas protegidas donde está
prohibido botar el árbol para sacar el aceite. Da miedo ahora ir a sacarlo en
montañas bien solitarios, por que fueron asesinados dos hombres Pech para
robarles su liquidambar. Las autoridades
nunca encontraron los asesinos.
Los Pech ya no hacen
estas ceremonias, y no hay quien dirigirlas, entonces ya no utilizan estos
maquillajes tradicionales.
Entre los Lencas, se utilizaba el achiote, el
añil (una planta silvestre en la zona Lenca)
y cochinela para teñir tela todavía en 1940, según la antropóloga Doris
Stone. Doña Juana no conoce la planta de
añil y no ha escuchado mencionar entre los Pech. Ella no utiliza el achiote
para teñir artesanía. La tela que
utilizaba su abuela era sarasa de fábrica, que ya estaba teñida y estampada con
florcitas. En Honduras colonial, las
zonas de mayor importancia para producir añil era Choluteca y para cochinela
Yoro.
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