viernes, 20 de noviembre de 2015

La Cestería y La Jarcía Parte VIII



 

 

 

Capitulo IV:  La Cestería y La Jarcía

 

Los archeobotanicos creen que antes de conocer la alfararía (cerca de 1,000 AC en Honduras Nororiental), tal vez antes de conocer la agricultura (agricultura de ayote de 8,000 AC) los indígenas conocieron como utilizar las plantas y arboles a su alrededor para producir los productos de la Jarcía como mecates, cuerdas, etc. Al tener estos, ellos aprendieron con tejerlos.

 

Cuando ella era una niña viviendo en El Naranjo, Culmí con su abuela, Doña Juana aprendió hacer yagual (un tipo de canasta colgante), matata (una bolsa para guardar carne o halar raíces comestibles) y hamacas.  Mas tarde cuando ella fue a vivir en Las Marías, los Pech de esta comunidad solicitaron el curso de cómo trabajar majao de MOPAWI, la organización ambientalista y de desarrollo en la Mosquitia Hondureña.  Una mujer Tawahka vino y les enseñó como trabajar las bolsas de majoa.  Después del curso las mujeres Pech de Las Marías inventaron como trabajar tapetes, pulseras, canastitas, sombreros, y mantelitos o sea los individuales.

 

Hay 4 cortezas de árboles en la zona Pech que se puede utilizar para hacer cabuya.  A estas cortezas, los Pech les dicen “kuei”.  Para hacer hamacas o yaguales, o matates Doña Juana utiliza la corteza de babosa o púru en Pech para hacer majoa o chulmeco (kuei sewa).   El majao es especial para hacer bolsas pequeñas (ara’ aye) y otras artesanías por que es la única corteza que agarra color. El mangueleto (sin na) y capulín (kuei maña) son las otras materiales que se puede utilizar para amarrar cosas.

 

Para trabajar la cestería pech, primero es necesario ir a la montaña a buscar los materiales.  Cerca de Culmí ya no había por la deforestación después de la llegada de los Ladinos.  Era necesario buscar las plantas en el Parque Nacional Sierra de Agalta o dentro de la Reserva de la Biosfera del Río Plátano, cuyo zona de amortiguamiento colinda con Pueblo Nuevo Subirana, la comunidad Pech más grande por el lado de Culmí.  Cerca de Trujillo por ejemplo en Silin o Moradel es difícil trabajar esta artesanía por que no hay esta clase de material cerca de estas comunidades. Doña Juana tiene que traerlo de La Mosquitia o El Carbón o Jocomico, Culmí. En El Carbón hay bastante de este material y también en Las Marías.

 

Después de encontrar los palos indicados, hay que cortarlos.  Se pelan.  El majoa se deje en el río o una quebrada 8 días.  Doña Melesia dejaba la babosa en agua 15 días.  El chulmeco se corta y el mismo día se lava. El majao tiene una temporada cuando se puede sacarlo, de enero hasta mayo.  Si se trata de sacarlo en la temporada lluviosa (Mayo a Diciembre), puede ser que se crece la quebrada y lleva el majao.  También está sucia el agua, y se mancha el majao.  Después de dejarlo en agua, se deja secar con el sol.  Cuando ya está seco, hay que minudiarlo.  Hay que estillar las pencas para hacer la hamaca o el yagual.  Se tuerce con la mano bien largo.  Se hace rollitos como cabuyita.  Para una hamaca se tuerce con las manos y se hace como 50 rollitos.  Se hace un nudo ciego entre un rollito y el otro.

 


 

Foto: Penca de majoa natural y color de caoba

 

Para hacer más bonitos las canastas, las bolsas, y los mantelitos  o tapetes, Doña Juana tiñe el majao.  El color café rojizo se hace con la corteza de la concha de caoba.  Se cocina y se saca el jugo y con este se tiña el majoa.

 

Casi el mismo color café rojizo que la caoba es la concha de kerosén.  Este es árbol también. Se trae del cerro.  Lo que se utiliza es la concha.  Se trae 20 o 30 libras de concha de un solo. Para sacar la concha, se raspa el árbol, quitando la concha. Se cocina la concha de kerosin para 2 o 3 horas.  Se deja helarlo.  Se echa la penca de majao, el jabón (ace como para una maquina de lavar ropa), y  la ceniza de leña, de cualquier madera.

 

Para hacer el color negro primero se saca la concha de Guayabillo.  Este es árbol también.  Se cocina y se saca.  Se deja el majao hasta otro día.  En la mañanita se saca el majao de allí y se pone en un lodo negrito.  Después de teñir el majao hay que lavarlo con jabón o con ace para que no se destiñe, que no le sale el color.

 

El color de amarillo se hace con la yuquilla o la frutita de bonbon.  Doña Juana siembraba la yuquilla  cerca de su casa en Las Marías.  Se saca la yuca cuando está  gruesa y sazona.  Se deja a solear dos días.  Uno lo machuca con la piedra de pilar yuca.  Se echa el majao en el agua de la yuquía así cruda.  En tres horas ya está listo y se puede lavarlo con ace.

 

Para hacer el color amarillo con de la frutita de bonbon, se cosechan cuando están sazones. Doña Juana las machuca. Se saca el jugo.  Se echa la penca en el jugo.  Se echa jabón para que no se quite el amarillo.

 

El color café también se puede hacer con el jugo del bonbon.  Se le echa ceniza, jabón, y sale café.

 

El color azul se hace de la conchita de mangle blanco  Se le agrega jugo de limón y jabón. . 

 

La Hamaca-Ümwah’

 

Se teje una hamaca entre dos palos que se siembran en el piso de la casa (generalmente las casas Pech tenían pisos de tierra). Se tejaban con un ganchito de ocote fino. Cuando Doña Melesia hacía las hamacas tenían un tejido sencillo, que se tuerce una sola vez el majao cuando se teje la fila.  Por la influencia de los Tawahkas en Las Marías, la mayoría de las hamacas Pech ahora se hacen con un tejido doble que se tuerce dos veces al hacer cada fila.. Ambos estilos son conocidos en América del Sur. Las hamacas son artesanías de origen pre-Columbino entre los indígenas de América del Sur y del Caribe.  Los Pech utilizan sus hamacas para descansar durante el día o para mecer a un niño. Majao en una buena fibra para hacer hamacas por que no nace. Son suaves las hamacas de majao y no son calientes.

 

La Hamaca forma parte del mito de la creación de los Pech.  Según una leyenda narrada por Don Amado, el padre de Don Hernán, el bisabuelo al crear los Pech los dejaron en hamacas hecho de la corteza de un árbol (Flores y Griffin, 1991).  Desde su creación, este tipo de cestería ha sido parte de la cultura pech.

 

Las étnias de Honduras son bien diferenciadas por su uso de materiales para hacer cabuya o mecate para cosas como hamacas.  Los Pech y los Tawahkas hacían cabuyas de majao, de la corteza de unos árboles como la babosa.  Los Miskitos dicen que ellos hacían tejidos de sani, que probablemente es la misma majao. Los Garifunas, hace mucho tiempo, hacían sus hamacas de una cabuya de la corteza de un árbol que ellos lo decía “weñu”. Pero no he encontrado nadie en Trujillo quien sabe cual era el árbol del “weñu”.  Ellos lo sacaban por la Laguna de Guaymoreto. Tal vez era lo mismo majao.

 

Los Lencas, los Nahuas de Olancho, y los Mayas-Chortis hacían sus mecates y cabuyas de materiales como henequén, pita, maguey de castilla, y mescal.  Generalmente estas plantas eran cultivadas. Por ejemplo, para hacer un yagual, una canasta colgante, los Mayas –Chortis utilizaban pita en vez de majao. Los Nahuas de Olancho antes hacían mescal para vender en el mercado de Juticalpa, pero ya no lo hacen. Los Maya-Chortis dicen que un mecate de mescal es bien reventoso, mientras un mecate de maguey de castilla es masiso. 

En todo Honduras, se está perdiendo el costumbre de hacer cabuyas y mecates de fibras naturales, por que a bajo costo se puede obtener cabuyas y lasos de nylon de fábrica en diferentes colores.  En la preparación de cabuyas de plantas como mescal, la fibra deja como espinitas en la piel que duela, dice el etnobiologo Paul House. Está mal pagado el trabajo.   Entonces ahora los artesanos Ladinos tejen morrales y hamacas de fibras plásticas o nylon.

 

 


 

Foto: Yagual tendido de la vara con marcas de la sirena Foto de David Flores

 

 

Yagual-Arkás

 

Para hacer una canasta colgante Pech, hay que buscar los bejucos especiales para este.  No es cualquier bejuco que sirve para esto. Por ejemplo, cerca de Moradel, hay bejucos, pero no sirven. Kawa achuna es el nombre en Pech del bejuco que Doña Juana y Don Natividad García utilizaron para hacer el yagual en el Museo de San Pedro.  Significa “uña de guara”.  Otro bejuco bueno es “tikimi achuna” o uña de murciélago.  El bejuco de la planta medicinal uña de gato (mistoj chuna) también puede ser bueno.  En los EE. UU. se recomienda uña de gato para enfermedades serias como SIDA y cancer, pero los Pech lo utiliza cuando son tiernos los niños.  Se trae uña de gato y se mete un poco en algodón, un trapito, y se mete en la almohada. Como hay gatos o sea tigres en el bosque y gatos en la casa, este protege al niño.

 

Otro bejuco para hacer yagual es chaju bribri.  Este hay que traer cuando es medio sazón, no muy sazón, ni muy tierno.  Es fino.  En Moradel no hay.  Había en Las Marías. Otro bejuco es “chaparo”.  Es bueno.  No hay en Moradel. En Dulce Nombre de Culmí hay.  Tal vez sirven los mismos bejucos de chilpate, que se utilizan para matar peces.

 

Hay que amañanear e ir al monte para traer los bejucos.  Se sacan del monte y los traen a casa.  Es mejor rasparlos el mismo día para quitarles la conchita. Así hizo Don Natividad García  con este aro. Si dejan para otro día, son bien tostaditos y se ponen duros y puede ser que se quiebran al tratar de hacer el aro del yagual.  Ya que ella los traen de Olancho, Doña Juana deja los bejucos en agua dos días antes que Don Hernán los raspa.  Es mejor hacer el aro el mismo día también.  Si se deja para otro día, a veces se quiebran.   Se amara el bejuco con majao, para hacer el aro.

 

  Luego agarre otro pedazo de penca de majao y comience a tejer por la orilla del círculo en forma espiral, torciendo a la vez la penca.  Al terminar por la orilla, se puede continuar a la siguiente fila, hasta terminar.  Hay dos tejidos. El tejido que utilizó Doña Juana en el yagual de tres niveles cerca de la casa de bahareque en el Museo de San Pedro Sula se llama tejido tela araña, por que al terminar la canasta tiene la forma de una tela araña. El otro yagual, con color café,  es el tejido de matata (ara´). Estos yaguales se utilizaban para guardar comida como la manteca fuera del alcance de los ratones y gatos.  En un yagual grande Doña Juana tenía guardado los huacales que tenía la familia. 

 

 

Estas artesanías de cestería estaban al punto de desaparecer en El Carbón en los mediados de la década de 1990.  El voluntario de Cuerpo de Paz Kevin Postma estaba en la comunidad casi un año y nadie le había hablado de  una artesanía Pech a pesar de estar trabajando en un proyecto de eco-turismo. Pero el logró ver un yagual Pech que la autora tenía de Doña Melesia en Culmí y el preguntó a todos los miembros de la comunidad de El Carbón si ellos sabían hacer estos yaguales. El encontró tres mujeres que sabían hacerlo incluyendo una mujer Pech recién inmigrado de Las Marías. Ella aceptó enseñar a los demás como hacer bolsas (matates) y yaguales. En Pech los matates se llaman Arah´.

 

El voluntario del Cuerpo de Paz les ayudaron llevar su producto a Tegucigalpa y incluyendo otras artesanías como tambores Pech, ellos hicieron en un año casi L10,000 de la venta de la artesanía.  Mas tarde cuando Natividad García era presidente de la comunidad Pech de El Carbón el hizo una prioridad el rescate de la artesanía tradicional Pech, particularmente las bolsas.  Muchas personas aprendieron y una organización ambientalista que trabajaba con ellos Greenwood les ayudaron vender sus productos.  Los mantelitos y bolsas de majoa eran las estrellas en la tienda de artesanía de El Carbón.

 

Los Maya-Chortis dicen que ellos tejen el yagual con pita.  También para colgarlo, ellos ponen un guacal, por la parte arriba, para que deslisen los ratones y no logran comer la comida. Un Ladino me dijo que ellos ponen una botella de Coca-Cola de vidrio por la parte de arriba, y de igual forma delisan los ratones.

 

En Honduras los Lencas (de carrizo y de bayal), los Ladinos (de carrizo, de palma, y de junco), los Garifunas (de belaire), y los Tolupanes hacen canastas.  Los Pech no hacen canastas, solamente yaguales.  

 

 

Bolsa para Cargar Camote/Tao Chajá

 

Se tejen por separado la bolsa y el cordón o bambador (ara’ atäwa).  Hay diferentes clases de matatas.  El matata de color café y crema es una bolsa para jalar camote  (camote-taó’ en Pech).  Los Pech siembran varias clases raíces comestibles—camote (3 clases), malanga (wisi), ñam pan (kuti wisi bri), un ñame rojo pero es blanco adentro (kuti pawa), ñame (kuti uya), yuca amarga y yuca dulce. Ñam pan, malanga y ñame son palabras en español que refieren a varias diferentes plantas. Kuti uya es grande y blanco.  No es igual al ñame fina blanca de los Garifunas, que es delgado y pequeño

 

 


 

 

 

. Generalmente hay malanga de los Garifunas en los mercados de Trujillo, pero Doña Juana dice que no venden wisi. Los Garifunas dicen ñam pan a una raíz grande rojo (guchu-morado en garífuna, purple yam inglés estándar, red grow yam- inglés isleño) pero también a una raíz pequeña que es blanco por adentro y tiene como escamas por afuera. El ñam pan que siembran los Pech es morado y grande como el guchu de los Garifunas.

 


 

Foto  : Jalando una bolsa al estilo macapal

 

La abuela de Doña Juana decía que son enemigos la yuca, el camote y la malanga. Se pelean.  Por ejemplo, si usted echa la yuca que tiene una corteza gruesa, va a raspar a los camotes y malangas.  Entonces para llevar a casa las raíces comestibles, ella puso en una matata de majao un poco mas grande la yuca, y en otra matata como este puso el camote o la malanga. Ella llevaba estas matatas al estilo macapal, con el cordón por la frente.  Llevaba las dos bolsas así una encima de la otra, o dio una bolsa a Doña Juana para cargarla.

 

Don Hernán dijo que el también llevaban una bolsa de majao así cuando el iba a pescar.  Para ir a pescar, se metía todas las cosas que iba a necesitar en la bolsa.  Al regreso, metió unas hojas y metió los pescados en la bolsa para llevarlos a casa.

 

 

 


 

 

 Bolsa Redonda o Matata para Guardar Carne -Ará  

 

Antes no había refrigeradoras en las zonas rurales.  Los Pech asaban la carne o los pescados. Si había bastante, metieron hojas de bijao en la matata redonda, y envolvieron la carne en hojas, y la metieron en la bolsa.  Esta bolsa tiene un mecatillo para cerrarla.  Luego se guindaba de las vigas de la casa. Era necesario asar la carne de nuevo todos los días hasta que se consumía.

 

También era posible usarla para jalar cosas. Por ejemplo si miraban una tortuga (tora’) era posible echarlo en la bolsa y llevarla a casa para comer en sopa con arroz.

 


 

 

Foto : Calendario Pech con nudos de 30 dias

Calendarios Pech

 

Cuando ella era niña, el tío de Doña Juana decía a su abuela, “Voy a montear 8 días.” Entonces la abuela agarró un poco de cabuya de majao, e hizo 8 nudos, uno para cada día. Cuando estaba afuera el tío, todos los días la abuela cortaba un nudo diario.  Cuando ya no había, ella decía, “Ya va a venir su tío.”  Don Hernán dijo que su papa también utilizaba cabuyas de majao así.

 

Los extranjeros que visitaban los Pech antes, decían que ellos utilizaron estas cabuyas para hacer contratos también.  Si los extranjeros contrataron que les hagan un pipante en dos meses, el señor Pech hizo dos cabuyas de 30 días cada uno. El cortó un nudo cada día y cuando ya no había cabuya, era tiempo de entregar el pipante.

 

Doña Juana hizo tres calendarios Pech de majao para el Museo de San Pedro-- de una semana, de un mes, y de un año.   

 

Este uso de nudos para contar es de bastante antigüedad entre los indígenas suramericanos. Los Incas no tenían escritura para su idioma.  Para manejar la contabilidad del Imperio Inca, ellos utilizaban cabuyas con nudos para contar.

 

Para decir lunes, martes, miércoles, etc., en Pech dicen, “ A As-Sol Uno, sol dos, sol tres”.  Para decir los 12 meses del año, como enero, febrero, etc. los Pech dicen, “Yuwi As-Luna Una, Luna dos, etc.” 

 

 

Artesanías Modernas de Majao

Bolsas Pequeñas Modernas para llevar Cuadernos, etc.

 

Doña Juana tiñe el majao diferentes colores y hace bolsas para jalar botes de agua, para cuadernos, celulares, etc. para vender a la gente y turistas de Trujillo, como esta bolsa en el Museo de San Pedro.

 

 

 


 

Foto Tapete y Canasta de majao hecho por Doña Juana Foto de Kip Pannebianco

 

 

 Tapetes o Mantelitos y Pulseras de Majao

 

Doña Juana hace artesanías como tapetes redondas y cuadrados de varios colores y pulseras de majoa para vender a las turistas de Trujillo. El tapete redondo y estas pulseras están el Museo de San Pedro.

 


 

Foto : Pulsera de Majoa Hecho por Doña Juana. Foto de David Flores

 

 

Canastas de Majao

 

Tradicionalmente los Pech no hicieron canastas, pero Doña Juana  inventó este diseño de una canasta pequeña de majao.

 

La Jarcía de otros materiales

 

Capulín

 

Para halar materiales, para amarrar los techos de suita o cuyamel los Pech por lo general utilizaban pencas de la corteza del árbol de capulín.

 

También hay una artesanía moderna de sillas con la parte donde uno se sienta hecho de capulín tejido.

 

Henequén

 

Hay Pech en El Carbón quienes saben hacer la cabuya de henequén.  El henequén es cultivado entre los Pech,  pero muy poco se utiliza.

 

En América Central, particularmente en El Salvador, era un cultivo importante por que los billetes de los EE. UU. están hechos de papel de las fibras de henequén Centro Americano.

 

Pita y Maguey

 

Para amarrar las sonajas o sea las maracas, lo indicado es una cuerda de pita. Cerca de Trujillo, no hay, entonces José Martínez, el hijo menor de Doña Juana, hace las maracas sin pita.   Entre los Pech la pita es una planta silvestre.  También se puede utilizar maguey, que también se consideran silvestre.  Entre los indígenas de El Salvador pita y maguey eran plantas cultivadas. Los Maya-Chortís  de Honduras cultivan Maguey de Castilla para sus artesanías.

 

Pita crece como la piña pero tiene hojas largas y delgadas.  Se corta las hojas de pita.  La abuela de Doña Juana sacaba pita.  En la montaña vivía la pita. Se saca las hojas. Tiene espinas. Los raspan.  Su abuela cosechaba una docena de hojas a la vez.  Se ponía a quebrarlas.  Buscaba un palo, el viscoyol y sacaba una tabla de unas 8 pulgadas del viscoyol.  Se raspaba la hoja de pita contra la tabla de viscoyol.  La abuela de Doña Juana le iba a dar las hebras, las fibras.  Ella decía, saquéemelas y lávelas. Después se va torciendo haciendo las cabuyitas.  Sería bueno hacer las mantelitos de pita, pero aquí cerca de Trujillo no hay.

 

El maguey tiene hojas anchas, bien grandes. El maguey era silvestre. Vivía a la orilla de la montaña hacia la sabana.  En la mera montaña no vive. El abuelito de Doña Juana le gustó sacar maguey.  El lo fue procesando para hacer un matata (bolsa) de carga para halar maíz de tusa.  El lo jalaba en bestia. Para procesar se saca las fibras, se lava, se deja secar y se tuerce. Se hace las cabuyitas.

 

Fajas Tradicionales

 

El abuelo de Doña Juana hacía fajas de mescal de maguey.  También era posible hacer la faja de pita.  Aquí cerca de Trujillo, no hay pita.  En El Carbón, hay.  Otra gente hacía trenzas de majao.  Si los hombres estaban en el monte, y se les ruinaron su faja, ellos simplemente agarraban un  bejuco, y fajaron sus pantalones con este.

 

Semillas

 

Almohadas

 

De la semilla de guano, los Pech sacan la seda que era popular para rellenar almohadas hachas de la tela de tunu.

 

 9 Lágrimas de San Pedro

 

Crecen Lágrimas de San Pedro (pata tish taja asikia awartia en Pech)  en el bosque en la zona Pech de Olancho. Cerca de Trujillo, no hay.  Según las investigaciones del señor Vicente García de El Carbón, era el padre Manuel de Jesús Subirana quien enseñó a los Pech que estas semillas se formaban de las lágrimas de San Pedro al momento de crucificar el señor Jesús. Luego se riegan. Tiene un misterio las Lágrimas de San Pedro, decía la abuela de Doña Juana.  Es bueno tener 9 semillas de Lágrimas de San Pedro en un trapo limpio en su casa.  Es como protección.  Así hacía la abuela de Doña Juana.  Doña Juana hizo como  un collar con 9 Lágrimas de San Pedro con una crucita y lo tiene guardar en su casa. El número 9 tiene un significado especial entre los Pech, quienes cuentan leyendas de los 9 hermanos, había 9 Watá quienes criaron al héroe Pech Patakako, el Wisinka (un serpiente grande que chupaba a los niños Pech) y la Sirena (el espíritu que cuida los peces) tienen 9 ojos, se hace ceremonias 9 días después que nazca un bebé y depués que muera una persona, etc.  Su abuela acostumbraba hacer rosario con Lágrimas de San Pedro,  pero ella no se acostumbraba hacer bisutería con ellas como hacían otros pueblos indígenas y afro-hondureños como los Lencas, los Maya-Chortí, los Ladinos, y los Garífunas en Honduras. Don Vicente pensó que la ciudad de San Pedro Sula se llamaba así por la presencia de Lágrimas de San Pedro allí.

 

 


 

 

Foto : Collar de Lagrimas de San Pedro  Foto de Wendy Griffin

 

 

Collar de Lágrimas de San Pedro

 

Cuando ella puede conseguir Semillas de Lágrimas de San Pedro, Doña Juana hace collares y aretes de estas para vender a turistas en Trujillo. Ella hizo este collar en la foto que está en el Museo de San Pedro.  A veces sus hijas le mandan semillas y majao, por ejemplo de la comunidad Pech de Jocomico, Olancho. Las semillas para esta exposición en el Museo de San Pedro fueron donadas por el Sr. David Flores de Tegucigalpa.

 

 

 

 

 

 

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