viernes, 20 de noviembre de 2015

Artesania de Carizo y Flautas Pech Parte XI



 

 

Foto : Flauta de Carrizo – Arwa’  Foto de Wendy Griffin

 

 

 

 

Capitulo VII: Artesanías de Carrizo y Las Flautas Pech

 

Flauta de Carrizo -Arwa´

 

Carrizo (kwa en Pech )  es una planta como el bambú. Solamente crece arriba de unos 1,600 pies de altura, entonces hay que madrugar para el ir a la montaña para buscarlo.   A la vez se busca la cera negra o prieta (mo’ en Pech) que se necesita para hacerlo también.  Es una cera bien especial que solamente lo hace las mismas abejas que hacen miel de blanco, la mejor clase de miel. Hay otra negra, jemerito, pero queda pegajoso. Nunca se pone dura y si se pega con algo, se queda desformada la flauta. Los trae a casa. Se seca el carrizo.  Cuando está seco, se corta un pedazo de carrizo al tamaño correcto. Se dibuja donde va a hacer el agujero. Se hace 4 agujeros con un clavo rojo de caliente del fuego. Solamente se pone el clavo, y se queman los agujeros.  Se tapa con un poco de la cera negra el agujero de arriba.

 

Don Vicente García las hacía en El Carbón, pero ya no mira.  Vicente García buscó para carrizo y cera negra arriba de El Carbón, pero no pudo hallarlas. Don Amado, el padre de Don Hernán, sabía hacerlas y con el Don Hernán aprendió hacerlos.  En Las Marias, ellos encontraban carrizo y cera negra y las hacían, pero cerca de Trujillo no hay estos materiales.  Son parecidos a flautas de carrizo de los Miskitos y los Tawahkas. Los Lencas y los Maya-Chortís también hacían flautas o pitos de carrizo.

 

Otras étnias en Honduras como los Lencas y los Ladinos hacen canastas fuertes de carrizo.  No se nota este tipo de canasta entre los Pech.

 

Gamitera-llamador de Venadas

 

Los Pech hacían estos llamadores de venadas en enero o febrero cuando era el tiempo de nacer los venaditos.  La gamitera tiene un sonido como un bebe venado y al escucharlo tenía que la venada.  Los cazadores la tiraban.  Hacía este mucha gente.  Miraban huelles de la venada con el bebé. Ella escuchó este sonido y venía a la defensa de su bebé. Los cazadores mataban la venada.  Se murió el bebé.

 

Los pech hacía este de un carrizo de suampo.  Lo cortaba como el tamaño de una vela.  Se tapa con un piel de venado.  Tiene un hilo blanco del piel de venado.  Don Hernán sabe hacerlo, pero cerca de Trujillo no hay carrizo de suampo.  En Olancho hay.  Los Pech generalmente ya no hacen las gamiteras, por que casí ya no hay venados en su zona

 

El Soplo de Carrizo

 

También el Wata, el chaman Pech o el curandero utilizaba un pedazo de carrizo seco para hacer soplos durante ceremonias de curación como el sumbré  para una picada de serpiente o un dolor agudo. Esta práctica de hacer soplos también se ha notado en ceremonias de curación de indígenas suramericanos.  

 

Flauta del Hueso de la pierna de una Jaguar—Chamawa´

 

En una leyenda Pech se describe el origen de este instrumento musical hecho del hueso de la pierna de un jaguar o sea el tigre amarillo. Tiene 4 agujeros y utiliza cera prieta en forma similar a la flauta de carrizo.  Esta flauta ya no se hace, en parte por la falta de tigres.  Esta clase de flauta también fue conocida por los Aztecas.

 

La destrucción del bosque tropical de los Pech afecta a su música también.  Una flauta debe tener el sonido del pavón o pajuil. Estos pájaros casi están en la extinción en la zona Pech por la corte de su bosque. Ya no hay estos animales cerca entonces los jóvenes Pech no saben como tocar correctamente estos instrumentos. El hijo de Doña Juana, Ángel,  aprendió tocar flauta de su abuelo Don Amado.  En Las Marías todavía hay pajuiles, entonces el aprendió tocarlo correctamente.

 

La música Pech se tocaba en los velorios y cuando había fiestas ceremoniales por ejemplo para terminar una casa, terminarse hacer una milpa, el nacimiento de un niño,  y cuando estaba mejor de salud un enfermo para quien había hecho una ceremonia.

 

 

 

 

 

 

Capitulo VII Artesanías Menores

 

Hule

 

En la época pre-columbina el nombre de Olancho era Ulanco (ulli-hule, -co- lugar) o sea el lugar de hule en el idioma Nahua.  Hay un palo de hule que crece silvestre en Olancho.  Cuando Ángel, el hijo de Doña Juana, era un cipote, el hizo pelotas de hule para jugar.  Había un palo de hule en El Naranjo.  Se rayaba el palo y se va saliendo la leche o latex del hule.  Se deja reposar por una semana. Por si sola se va formando capas.  Se puede agarrar este e ir juntando, juntando hasta que tiene una pelota.  Así jugaba Ángel cuando el era pequeño. Los conquistadores españoles  marvillaban al ver pelotas de hule, que era posible tirarlos y no se quebraban.  No estaba conocido el hule en Europa hasta que los Europeos llegaron a América Central y México.

 

Esta forma de procesar el hule es un poco diferente que la forma de procesar hule para la venta que requiere el jugo de un bejuco que hace coagular la leche de hule, Los Miskitos y los Tawahkas hacían como ladrillos de hule lo cual vendían a compradores, pero recientemente no hay compradores para este producto.  El árbol de hule de América Central es otra especie que el caucho suramericano.

 

 

Cuero

 

Doña Juana recuerda que su abuelo de la piel de danto se hacía un mecate.  Se cortaba las hembras con un cuchillo bien filudo. Se juntaron los pedazos punto a punto.  Se dejaba secar en el sol como una semana --este hizo un mecate que no se reventaba.  Se ha reportado que en el pasado, los Pech hicieron estos mecates también de piel de tigrillo.

 

Cuando Doña Juana era joven,   se utilizaba hule para hacer los caites y la gente compraban correas de cuero de vaca para amarrárselos.  Si no tenían para comprar las correas, las tejían de majao.  No duraban mucho de majao, pero como era abundantismo   

Calabazos, Jicaras, Guacales y Sinido (Tecomate) entre los Pech Parte X


Capitulo VI: Calabazos,  Jícaras,  Guacales, y Sinido

 

 

 

 


 

Foto : Wi kre o Barco con punta Foto de David Flores

 

 

De Calabazos grandes—Hay dos clases con punta y redondas, sin punta. Si se corta por arriba, se hacen cumbos o si se corta en la mitad, se hacen barcos, que son como un guacal grande, que se llama “wi kre” en Pech. Estos calabazos no crecen en un árbol, sino por guías por el suelo.

 

 

 


 

Foto  : Wi sa o Jicaro Foto de Wendy Griffin

 

Jícaros son largas y delgadas y crecen en un árbol.—jícaras/bikas—En Pech wí sa. Se cortaban por arriba y estos eran los vasos de jícaros. También se utilizan para hacer las maracas que se utilizaban en ceremonias Pech (kamachá).  Además, los Maya Chortís y los Pech cortan el jícaro de arriba hacia abajo para que salgan largas las dos mitades. Estas se llaman cuchara, y sirven para servir sopa de frijoles.  

 

Los Morros son redondos, y pequeños y crecen en un árbol. Si se corta por arriba, también wi sa en pech,  se hacen vasos y si se corta por la mitad se hace guacales pequeños (wi aye).  Son más pequeños que  los  guacales (wi). Doña Juana hace maracas de morros también, pero son para venta a turistas. No eran las maracas ceremoniales Pech.  Los Ladinos y los Mayas de Guatemala también hacen maracas de morros.

 


 

Foto  : Wi – Guacal Foto de David Flores

 

 

Hay otro jícaro más grande de lo cual se hace guacales (wi), cortandolo en mitad. Con este se hace los guacales para tomar muñía , otía, tomar sopa, etc.  Este es el guacal indicado para hacer pascón. También se puede cortarlo solamente arriba, para hacer cumbos (wi kru en Pech) para jalar agua. Se necesita una astilla de guacal y un olote de maíz seco para alisar la alfarería Pech.  Este costumbre también se ha notado en México. Los Maya Chortis modernos utilizan la astilla de guacal, pero no el olote para su alfarería  moderna.  Estos jícaros grandes son los que utilizan los Garifunas para hacer sus maracas de música popular y ceremonial y para hacer guacales (rida).

 

Al Tecomate que es doble y crece en el suelo por una guía, los Pech dicen sinido en español y  Curun stistih´ en Pech. Los Pech, los Ladinos, los Maya-Chortis y los Lencas le metía una cabuya de fibra natural por la cintura del tecomate, y servía para llevar agua cuando iban a sus milpas. El papa de Doña Juana a veces hizo el mecatillo para jalarlo de capulín, majao, o chulmeco trenzado. Era posible taparlo con un olote.

 

 

 


 

Foto : Tecomate o Sin Ido de Doña Juana Foto de Wendy Griffin

 

 

Entre los Pech ellos utilizan varios tamaños de recipientes hechos de plantas.  El mas grande se dice barco en español y  wi kre en Pech.  Cortado arriba como cumbo, puede agarra 2 litros, según el tamaño. Estos calabazos son sembrados. Crecen como los camotes por guias. 

 

Cuando los Pech guardaban sus frijoles después de cosecharlos, los metían en estos cumbos  grandes. No había sacos.  Cuando eran sazones los calabazos, se cosechaban. Después de cosechar el calabazo se hace un agujero.  Se limpia adentro con un palito.  Se dejar secar las tripas durante 2 semanas.  Se pudre todito, y después de esto, lo lava en el río. Doña Juana  recuerda que en su casa había 4 o 5 de estos  con frijoles.  Su abuela donde sembraba la yuca, allí también sembraba su cumbo.  Jalar agua también era con cumbo.

 

Los Pech también hacen un pascón del guacal mediano (wi) del árbol.  Se buscar un clavo o un cuchillo bien puntado.  Se va torneando y poco a poco se hace los agujeritos.

 

 


 

 

Foto: Wi aye o guacalito de moro  Foto de Wendy Griffin

 

 

 

El guacal (wi aye—guacal pequeño) que se hace del morro que es redonda. Cuando está sazón se corta.   Se raja con sierra de mano.  Se cocina el guacal con agua hervida. Se raspa con un cuchillo.  Se hace bien blanquita.  Doña Juana dijo que su abuelita no acostumbraba el plato.  Comían la comida en un guacal grande que en Pech es “wí”. 

 

Para los jícaros es casi igual excepto se corta la parte arriba del jícaro  que es mas alongada y menos ancho que el morro.  Cuando tomábamos agua, usábamos jícaro “wi sa”, dijo Doña Juana.  Con jícaro, Doña Juana dijo, tomábamos café. El palo de jícara y el palo del morro eran cultivados entre los Pech. Doña Juana dijo que su abuela sembraba las dos clases de árboles. Después de limpiar los guacales y jícaros, Doña Juana riega las semillas, y crecen los árboles en su patio.  Los Ladinos de Honduras y los Negros de habla inglesa de Belice hacen una bebida, una horchata con las semillas de guacal, etc, pero los Pech solamente las siembran.  Una mujer Maya-Chorti dijo que ellos solamente las botan, que  Dios siembra el guacal, el jícaro, y el morro.  

 

Estos árboles tienen un secreto entre los Pech.  Hay que barrer debajo de los árboles de morro y jícaro cuando se les caen las flores. Estas flores son como el ombligo del jícaro, y hay que dejarlo limpio, dice Doña Paulina, la mama de Don Hernán. Si no barre debajo de su jícaro o morro, no produce frutas.

 

El papá de Doña Juana también sembró el sinido.  Se sembraban en febrero y en junio ya estaban sazones.  Crece por guías como el camote. Cuando su papá iba a trabajar en el monte, el iba a llevar agua  en este. Lo ponía un mecate de majao en medio y se llenaba de agua y el iba para su milpa.  Pero ahora los Pech han perdido la semilla del sinido y les han perdido la semilla del calabazo, pero todavía tienen el guacal, el morro, y el jícaro.  Los Maya-Chortis dicen que sus abuelos, sus padres, se acostumbraban sembrar el tecomate (sinido) y el calabazo, y ellos tienen sembrado, pero hay un gusano que corta los bejucos, y después de este año, tal vez ya no van a tenerlos.  Una Lenca de la zona de Yamaraquilla, Intibucá,  Doña Natividad, también dijo que los Lencas se acostumbraban sembrar estos, pero están escaseándose.

 

Ya que no era posible encontrar barcos (wi kre) y tecomates o sinidos en la zona Pech, el barco y tecomate en la foto y en el Museo de San Pedro Sula son de una comunidad Ladina del Departamento de Ocotepeque, donados por el Lic. Adalid Martínez.  Hay  otros ejemplos en el Museo de San Pedro cerca de la casa de bahareque.

 

El uso de los jícaros era la primera introducción de la autora a la cultura Pech. Fui a Vallecito para estudiar cuales eran los sonidos del idioma Pech para ayudarles tener un abecedario.  Comencé con la hija del cacique, Verónica. Yo le pregunté ¿Como se dice plato?  Ella pensó y me dijo una palabra de muchas silabas que significaba “algo que se utiliza para servir comida”.  Entonces yo pregunté por la palabra “vaso”.  Otra vez una palabra de muchas silabas que significaba algo que se utiliza para servir agua. Pregunté por los cubiertos. Ella se alegró un poquito.  Ella me dijo, Yo sé cuchara en Pech, se dice “espun”  o sea la misma palabra que en inglés (spoon).  Nos miramos unos minutos, ella y los tres hijos y yo con un cuaderno, y finalmente ella me dijo “Lo que tenemos en Pech es la palabra “wí”. Con este comíamos y  con este bebíamos. “Wi” dijo Verónica.

 

En Honduras se ha encontrado evidencia del uso de guacales, jícaros y tecomates desde tiempos pre-colombinos.  Por ejemplo hay vasijas de barro en forma de sinido o sea los tecomates de Las Cuevas de Cuyamel afuera de Trujillo de 1,000 A.C. entonces estas artesanías son de mucha antigüedad entre los Pech. Las jícaras son tan importantes que existe una leyenda de Jicaro y Cacao (Flores y Griffin, 1991), que tal vez son las madres de estas plantas.

 

Wi y wi aye-Los Guacales de guacal y Morro

 

Se corta el jícaro cuando está sazón. Se corta en mitad con segueta. Antes de cocinarlo, se quita las tripitas.  Se limpia bien adentro con una cuchara. Cuando el agua está caliente, se meten los guacales.  Se quita la conchita verde después de cocinarlo con un cuchillo filudo.

 

 

Es el mismo proceso para hacer los vasos de jicaro (wi sa) y los cumbos del guacal con la diferencia que se corta arriba, en vez de en mitad. Doña Juana hizo los guacales (wi) y los vasos de jicaros y moros (wi sa) en las fotos y en el Museo de San Pedro. También hay otros vasos de jícaros guindados de portajícaros cerca de la casa de bahareque en el Museo de San Pedro.

 

 

Para hacer una cuchara de jicaro, se corta de arriba hacia abajo, para que quedan largas las dos mitades.  La cuchara de la foto, la hizo Doña Juana.

 

Sinido, Tecomate

 

Para prepararlo para el uso, se abre por arriba.  Se saca lo que tiene adentro, con un palito.  Se deja 4 o 7 días para que se bata.  Luego se lleva al río a lavarlo.

 

Wi kre-El barco

 

Se corta, y se saca la parte adentro.  Se deja en crudo.  Se lo dejaba unos 8 días.  Se echaba ceniza de roble para que se limpia.  Le pusieron sobre una fuegarata para secar lo que tenía adentro.  

 

 

 


 

Foto maracas o kamacha y cusucu, y conejo de jicaro y ollas de barro

 

Sonajas o Maracas Kamachah´

 

Se hace de jícaras.  Este les da una forma mas alongada que las maracas garífunas que se hacen con el wi  que es grande y redonda. Se prepara el guacal, cortándo un jícaro sazón en julio, por las puntas. Se cocina con agua. Se quita la concha  con un cuchillo y se quita la tripa del guacal, pujando con un palito. Se dejar secar 3, 4, o 5  días.  Hay que secarlo bien. Se puede decorarla cuando esté seca, antes de ponerle el palo.  Las maracas tradicionales de los Pech no eran decoaradas.  El hijo de Doña Juana hace esta decoración con la punta de un cuchillo para vender a turistas.  

 

Se buscan las semillitas.  Los Pech utilizan las semillas de platanillo (cha ish ka) para meter dentro de sus maracas.  Hay cerca de Trujillo y Doña Juana también tiene sembrado.  No son las mismas semillas que utilizan los Garífunas.  La semillas de platanillo son negras, y las semillas que utilizan los Garifunas son rojos con una puntita negra.

 

Se busca un palo para hacer la “taja”, la patita de la maraquita.   Se raspa el palito con un machete para que quede en el hoyo.  Se meten las semillas que estén bien sequitas.  Se deja reposar la maraca y le pone Resistol. Se deja un día y ya se puede tocar las maracas.

 

Tradicionalmente  para amarar la jícara al mango se utilizaba una  cuerda que se hace de pita o de majoa, que era amarrada alrededor de la jicara casi como una red. Todavía se hacen en El Carbón así. No hay pita (ku en Pech) cerca de Trujillo, entonces la familia de Doña Juana las hacen sin esta cuerda. José Martínez, hijo de Doña Juana, hizo las maracas Pech de la foto y en el Museo de San Pedro. 

 

Bobó o Arco Musical pequeño

 

Se hacía de un arco pequeño, una cuerda y un guacal.  Se toca en la boca.  Es de la familia de instrumentos musicales que el lungu de los Miskitos, que también es pequeño y se toca en la boca pero no tiene guacal, y la caramba de los Ladinos que es grande, se toca por el hombre, pero si tiene un guacal de resonancia abajo.  No se sabe si estos arcos musicales son de origen indígena o fueron adoptados de arcos musicales africanos cuando estos fueron traídos a Honduras en la época colonial. La descripción de este instrumento es del Profesor Exequiel Martínez de Pueblo Nuevo Subirana.  Ya no hace este instrumento y ya no se toca.   Este acompañaba a las maracas, la flauta, y el tempukah, dice Don Hernán.  Su papa Don Amado tocaba este instrumento y sabía hacerlo.

 

 


 

Animalitos de Jícaros y guacales

 

Una artesanía moderna que hace José Martínez, el hijo menor de Doña Juana, son los animales de jícaros y guacales como la tortuguita, el conejito, arcilla de chancho, etc.  Doña Juana vende estas artesanías en su tienda y en la playa de Trujillo, y son bastantes populares.

 

 

Telas, Vestuario y Maquillaje Tradicionales Parte IX



 

Foto : Un Cuadro de Tunu Hecho por los Tawahkas Foto de Wendy Griffin

 

 

Capitulo V:  Telas, Vestuario y Maquillaje Tradicionales

 

Tunu-Tikimí

 

Los Pech, igual que los Miskitos, los Tawahkas, los Tolupanes y muchas tribus suramericanas en el pasado usaban sabanas de tunu.  En el siglo 19  y antes tal vez también se vestían de esta tela que está hecha de la corteza de un árbol y hacían bombadores para jalar carga de este material. Los españoles de la época colonial dijeron que los indígenas de la selva de Honduras nororiental se vestían de la corteza de un árbol con que se cubrían la honestidad. No hay certeza que esta corteza fue tunu, por que tunu se deshace cuando está mojado. Los Tawahkas investigaron, y ellos más bien piensan que por lo menos una parte de la ropa de antes fue hecha de la fibra de majao sin tejerla, que también está procesada de una corteza de un árbol.

 

Los Pech iban a la montaña a buscar tunu en el mes de Agosto. Solamente en Agosto se puede cosechar.  Estaba lejos de la casa de Don Hernán donde tenían que ir a sacar tunu, se acamparon en la montaña para procesar el tunu.   Primero se buscó al árbol.  En la zona de Culmí al comienzo de la decada de 1960 todavía se encontraba este árbol no muy distante de Culmí.  En 1985 cerca de estas comunidades ya no se pudo hallar y por lo tanto no pueden trabajar esta artesanía. Ya no hay cerca de El Carbón tampoco.  Un anciano Don Florentino decía que lejos de El Carbón, en las montañas había esta planta pero allí cerca todo fue destruido con la deforestación.

 

Después cortaron el palo de tunu.  Con un palo, quitaron la corteza.  No cortaron con machete por que iba a cortarse el “algodón” del tunu.  Se lavaba en una quebrada para quitar las manchas.  Hicieron una fuegata largo como en tamaño de una mesa.  Pusieron varillas de madera arriba.  Pusieron los 3 o 4 tunus arriba de las varas y se secaron.  Se amarraban con un bejuco con majao, los llevaban a la aldea. Eran más livianas así.

 

Les dejaban todo un día hasta amanecer en el agua de una quebrada.  Entonces les sacaron y los pusieron encima de un trozo verde.  Los machucaban con un mazo de madera, pakí en Pech, que se van estirando.  Ya quedaron como el tamaño para un colchón o una sabana o un bombador que se utilizaba para jalar carga de la frente, al estilo macapal.

 

Don Hernán logró ver su papá y el papá de su papa traer tunu de la montaña.  Su mama Doña Paulina antes lo procesaba.  Ya que no hay ni por Trujillo, ni Culmí, ni El Carbón, se compró un cuadro de tunu procesado por una mujer Miskita de Wampusirpe, Gracias a Dios para mostrar como era el tunu de los Pech de antes en el Museo de San Pedro Sula. Las mujeres Miskitas y Tawahkas procesan el tunu, lo tiñe con tintes de fábrica importadas, lo cortan, y hacen cuadros típicos,  pegando el tunu teñido con pegamento o bordando el tunu.  Son populares con las turistas.

 

Don Florentino de El Carbón dijo que la tela de tunu además de servir de sabanas, los Watas, los chamanes Pech pintaban en esta tela con tintas naturales y que estas telas así pintadas tenían un significado mágico-religioso. En las leyendas de los Pech ellos hablan de caminar en las montañas arriba de Catacamas en búsqueda de tunu (Flores y Griffin, 1991).  Doña Juana recuerda que su abuela tenía un palo o mazo de madera especial para este, paki, que se machuca el tunu encima de otro palo de madera y se estiraba. Véase la descripción del paki en la sección de las artesanías de madera.

 

 

Hilo de Algodón y el Vestido Tradicional de los Pech  

 

Doña Juana dijo que su abuelita también hilaba algodón.  En 1930 cuando el señor Conzemius visitó a los Pech, ellos todavía hilaban algodón que ellos mismos cultivaban.  Era de un árbol, igual que entre los Mayas de Guatemala. Después de sacar las semillas de la bolita de algodón, Doña Juana las regaba en su solar, y crecían 4 o 5 palos de algodón.

 

 La abuela de Doña Juana tenía como un malacate de madera que tenía un espacio en el centro para un palo que se llama huso que tiene un ganchito arriba y con este hilaba el algodón. Este se puso dentro de un guacal. Ella torcía el hilo de algodón con los dedos. Primero la abuela puso a Doña Juana cuando era niña a sacar las semillas del algodón. Es el mismo proceso que utilizan los Mayas de Guatemala y se ve en la exhibición sobre el algodón y el hilo en el Museo de San Pedro Sula.  Cerca de San Pedro Sula, los indígenas pre-colombinos utilizaban malacates de barro decorados y el Museo de San Pedro tiene más

 

 

 

 

 


 

Foto : Doña Juana en Vestido Pech en la Playa de Trujillo Foto de Adalid Martinez

 

10 malacates. La montaña cerca a Dulce Nombre de Culmi se llama malacate, había una comunidad que se llamaba malacate, para ir del Valle de Olancho o Trujillo o Agalteca, Yoro hay pasar por el Paso Malacate y cruzar la quebrada malacate mas que12 veces. Un pozo malacate con zacate alrededor al nivel del suelo es el tipo de pozo típico de Honduras, no el estilo con paredes de piedra elevada al estilo español.

 

Con el hilo de algodón la abuela de Dona Juana  hizo candelas.  La abuela tenía la tarea de limpiar la Iglesia Católica de Culmí.  Ella trapeaba y lavaba y planchaba la ropa de los Santos. Mientras ella limpiaba, ella dio a Doña Juana la tarea de recolectar las candelas que no se quemaron por completo que trajeron los Ladinos para la feria de Dulce Nombre de Jesús de los Payas que se celebraban el 1 de enero en Culmí. En aquel tiempo, el sacerdote católico solamente venía una vez al año a Culmí en carreta de bueyes por debajo de los pinos de Catacamas con una multitud de gente de Catacams.  El quedaba 3 días para la feria, casaba y bautizaba toda la gente y se fue otra vez. La cera sobrante de estas candelas la llevaban a la casa e hicieron candelas nuevas con las mechas de algodón que hizo la abuela.  Estas candelas ellas llevaban a quemar otra vez para los santos en la iglesia.  En su casa no usaban candelas, con ocote alumbraban la casa. El costumbre de hilar algodón se ha perdido entre los Pech y casi todas las étnias de Honduras por la introducción de hilos y telas de fábrica.

 

Cuando Doña Juana era niña ella ayudaba a su abuela preparar el algodón. En Octubre, Noviembre, Diciembre ella sembraba algodón. En Marzo ya salían las pelotitas de algodón y en Abril ya podía cosecharlo.

 

Primero se secaba el algodón en el sol.  La abuela puso una niña a sacar la semillita.  Después se ponía a hilar.  El palito que usaba tenía un ganchito para fijar el hilo allá.  Uno va torciendo y torciendo para hacer el hilo.  Cuando Doña Juana era recién casada ella hilaba su hilo, pero ella compró la tela en las pulperías de Culmí.  Ella sabía cortar y ella hacía su blusa, su vestido, su falda. Una tía le enseñó.

 

Vestido Tradicional de los Pech-Antes había un estilo de vestido especial de los Pech de los años 1950.  Era vestido, no era falda.  Llegaba hasta los tobillos.  Tenía mangos de tres-cuartos. Era de una tela de algodón estampada con florcitas que se llama sarasa. Las decoraban con cintas de un color solido. Las mujeres pech andaban con un pañuelo en la cabeza con el nudo debajo del pelo por atrás.  Antes las mujeres pech siempre andaban con la cabeza tapada.  Doña Juana cortó y costuró este vestido a mano de la foto para mostrar como eran los vestidos típicos de los Pech. Otras étnias que antes hacía ropa de corteza de árboles como los Miskitos y los Tolupanes, también en el siglo 20,  hicieron vestidos típicos  o folklóricos de tela de algodón de fábricas.

 

La abuela de Doña Juana hizo ropa interior para usar debajo de su vestido.  Primero  se cortaron dos pedazos de manta para la parte enfrente y atrás de una falda, y se costuraban por los dos lados.  Después se cortaron dos pedazos de manta para el camisón, y se costuraban por lo dos lados. A este último, ella puso cordones como la anchura de los cordones de una brasier, para hacer el camisón la parte arriba. Después se pusieron juntos.  Ella puso encaje en la parte debajo de esta ropa interior.  A veces no lo hizo de manta, sino de un algodón de un solo color como rosado.  

 

Los Pech no usaban ni sandalias ni zapatos ni botas.  Cuando Doña Juana era pequeña, de un material parecido a una llanta, ellos hacían caites.  Tenían cordones de cuero de ganado  curtido que los Pech compraban.  Con caites los Pech protegían sus pies dijo la abuela de Doña Juana. Si no tenían oportunidad de comprar cuero, ellos hicieron las correas de majao. Siempre reventaba el majao, pero era abundantísimo el majao.  Caites de cuero eran de origen pre-columbino en Honduras.  La palabra caite es del idioma indígena nahua.

 

La palabra para la cosa redonda para hilar hilo, el malacate, también es de origen nahua. En Honduras se utiliza esta palabra también para describir pozos de agua tradicionales, como la frase pozo malacate. Entre Catacamas y los Pech de Culmí, Olancho hay una aldea Malacate. También había una Quebrada Malacate en Olancho.  Cuando un sacerdote de la época colonial fue del Valle de Olancho a la Costa, tenía que cruzar la Quebrada Malacate 28 veces sin puentes. Arriba de Culmí, hay la Sierra de Malacate. Eran importantes los malacates entre los indígenas de Olancho, sin embargo, no hay malacates en el Museo de Rufino Galan en Trujillo y no les he visto en colecciones privadas y ni en informes de los sitios arqueológicos de Honduras Nororiental, entonces no sabemos desde cuando los Pech hilan algodón.  Tal vez los malacates precolombinos eran de madera en la zona de Olancho y Trujillo y se pudrieron.

 

Como se mencionó en la sección de piedras, los Pech también utilizaban algodón con dos piedras que rasparon juntas para formar una chispa, y el algodón se prendió fuego, entonces puede ser de bastante antigüedad el uso de algodón entre los Pech.

 

El Maquillaje de Achiote y Tile

 

En la década de 1970 cuando el padre de Don Hernán, Don Amado, todavía hacía ceremonias en la zona de Culmí, los Pech todavía se acostumbraban de pintarse la cara con rayitas rojas de achiote las mujeres y rayitas negros de tile (el carbón del hollín) los hombres.

 

Para hacer el maquillaje de achiote, se cocina la fruta del árbol de achiote, a en Pech. Se hace un pan del polvo del achiote. Se agrega manteca o aceite o agua.  Con un pincel o un dedo se dibuja las rayitas en la cara.

 

Se hace igual con el tile.  Se agarra el hollín o sea el negro que deja el humo del fuego en las paredes y el techo, y se cuela con un trapo.  Se sale el polvo.  Se mezcla con manteca también.  Antes los Pech guardaban polvo de achiote y tile en tuza. Hay ejemplos del polvo de  achiote y tile en unos caracoles del mar en la exhibición sobre el maquillaje  pre-columbina en el Museo de San Pedro Sula.

 

En tiempos pre-Colombinos en América Central, no había muchas plantas que era posible usar para sacar aceite o manteca.  Por ejemplo, probablemente no había cocos o palmas  africanas. Entonces los indígenas Pipiles de habla nahua, utilizaron aceite de liquidambar para aplicar su maquillaje.  Los árboles de donde se saca el aceite de liquidambar crecen altos en las montañas, en bosques húmedos nublados, por ejemplo en Olancho en la zona Pech.  Ha sido patrimonio de los hombres Pech desde hace mucho tiempo de sacar el aceite de liquidambar (ejtama en Pech) y tal vez era una actividad pre-Colombina de sacarlo y venderlo a los Pipiles y los Aztecas, además de utilizarlo en sus ceremonias. Son escasos ahora los árboles de liquidambar, se encuentran lejos de las comunidades Pech, y muchos están en áreas protegidas donde está prohibido botar el árbol para sacar el aceite. Da miedo ahora ir a sacarlo en montañas bien solitarios, por que fueron asesinados dos hombres Pech para robarles su liquidambar.  Las autoridades nunca encontraron los asesinos.

 

Los Pech ya no hacen estas ceremonias, y no hay quien dirigirlas, entonces ya no utilizan estos maquillajes tradicionales.

 

 Entre los Lencas, se utilizaba el achiote, el añil (una planta silvestre en la zona Lenca)  y cochinela para teñir tela todavía en 1940, según la antropóloga Doris Stone.  Doña Juana no conoce la planta de añil y no ha escuchado mencionar entre los Pech. Ella no utiliza el achiote para teñir artesanía.  La tela que utilizaba su abuela era sarasa de fábrica, que ya estaba teñida y estampada con florcitas.  En Honduras colonial, las zonas de mayor importancia para producir añil era Choluteca y para cochinela Yoro.   

 

 

 

 

 

 

 

 

La Cestería y La Jarcía Parte VIII



 

 

 

Capitulo IV:  La Cestería y La Jarcía

 

Los archeobotanicos creen que antes de conocer la alfararía (cerca de 1,000 AC en Honduras Nororiental), tal vez antes de conocer la agricultura (agricultura de ayote de 8,000 AC) los indígenas conocieron como utilizar las plantas y arboles a su alrededor para producir los productos de la Jarcía como mecates, cuerdas, etc. Al tener estos, ellos aprendieron con tejerlos.

 

Cuando ella era una niña viviendo en El Naranjo, Culmí con su abuela, Doña Juana aprendió hacer yagual (un tipo de canasta colgante), matata (una bolsa para guardar carne o halar raíces comestibles) y hamacas.  Mas tarde cuando ella fue a vivir en Las Marías, los Pech de esta comunidad solicitaron el curso de cómo trabajar majao de MOPAWI, la organización ambientalista y de desarrollo en la Mosquitia Hondureña.  Una mujer Tawahka vino y les enseñó como trabajar las bolsas de majoa.  Después del curso las mujeres Pech de Las Marías inventaron como trabajar tapetes, pulseras, canastitas, sombreros, y mantelitos o sea los individuales.

 

Hay 4 cortezas de árboles en la zona Pech que se puede utilizar para hacer cabuya.  A estas cortezas, los Pech les dicen “kuei”.  Para hacer hamacas o yaguales, o matates Doña Juana utiliza la corteza de babosa o púru en Pech para hacer majoa o chulmeco (kuei sewa).   El majao es especial para hacer bolsas pequeñas (ara’ aye) y otras artesanías por que es la única corteza que agarra color. El mangueleto (sin na) y capulín (kuei maña) son las otras materiales que se puede utilizar para amarrar cosas.

 

Para trabajar la cestería pech, primero es necesario ir a la montaña a buscar los materiales.  Cerca de Culmí ya no había por la deforestación después de la llegada de los Ladinos.  Era necesario buscar las plantas en el Parque Nacional Sierra de Agalta o dentro de la Reserva de la Biosfera del Río Plátano, cuyo zona de amortiguamiento colinda con Pueblo Nuevo Subirana, la comunidad Pech más grande por el lado de Culmí.  Cerca de Trujillo por ejemplo en Silin o Moradel es difícil trabajar esta artesanía por que no hay esta clase de material cerca de estas comunidades. Doña Juana tiene que traerlo de La Mosquitia o El Carbón o Jocomico, Culmí. En El Carbón hay bastante de este material y también en Las Marías.

 

Después de encontrar los palos indicados, hay que cortarlos.  Se pelan.  El majoa se deje en el río o una quebrada 8 días.  Doña Melesia dejaba la babosa en agua 15 días.  El chulmeco se corta y el mismo día se lava. El majao tiene una temporada cuando se puede sacarlo, de enero hasta mayo.  Si se trata de sacarlo en la temporada lluviosa (Mayo a Diciembre), puede ser que se crece la quebrada y lleva el majao.  También está sucia el agua, y se mancha el majao.  Después de dejarlo en agua, se deja secar con el sol.  Cuando ya está seco, hay que minudiarlo.  Hay que estillar las pencas para hacer la hamaca o el yagual.  Se tuerce con la mano bien largo.  Se hace rollitos como cabuyita.  Para una hamaca se tuerce con las manos y se hace como 50 rollitos.  Se hace un nudo ciego entre un rollito y el otro.

 


 

Foto: Penca de majoa natural y color de caoba

 

Para hacer más bonitos las canastas, las bolsas, y los mantelitos  o tapetes, Doña Juana tiñe el majao.  El color café rojizo se hace con la corteza de la concha de caoba.  Se cocina y se saca el jugo y con este se tiña el majoa.

 

Casi el mismo color café rojizo que la caoba es la concha de kerosén.  Este es árbol también. Se trae del cerro.  Lo que se utiliza es la concha.  Se trae 20 o 30 libras de concha de un solo. Para sacar la concha, se raspa el árbol, quitando la concha. Se cocina la concha de kerosin para 2 o 3 horas.  Se deja helarlo.  Se echa la penca de majao, el jabón (ace como para una maquina de lavar ropa), y  la ceniza de leña, de cualquier madera.

 

Para hacer el color negro primero se saca la concha de Guayabillo.  Este es árbol también.  Se cocina y se saca.  Se deja el majao hasta otro día.  En la mañanita se saca el majao de allí y se pone en un lodo negrito.  Después de teñir el majao hay que lavarlo con jabón o con ace para que no se destiñe, que no le sale el color.

 

El color de amarillo se hace con la yuquilla o la frutita de bonbon.  Doña Juana siembraba la yuquilla  cerca de su casa en Las Marías.  Se saca la yuca cuando está  gruesa y sazona.  Se deja a solear dos días.  Uno lo machuca con la piedra de pilar yuca.  Se echa el majao en el agua de la yuquía así cruda.  En tres horas ya está listo y se puede lavarlo con ace.

 

Para hacer el color amarillo con de la frutita de bonbon, se cosechan cuando están sazones. Doña Juana las machuca. Se saca el jugo.  Se echa la penca en el jugo.  Se echa jabón para que no se quite el amarillo.

 

El color café también se puede hacer con el jugo del bonbon.  Se le echa ceniza, jabón, y sale café.

 

El color azul se hace de la conchita de mangle blanco  Se le agrega jugo de limón y jabón. . 

 

La Hamaca-Ümwah’

 

Se teje una hamaca entre dos palos que se siembran en el piso de la casa (generalmente las casas Pech tenían pisos de tierra). Se tejaban con un ganchito de ocote fino. Cuando Doña Melesia hacía las hamacas tenían un tejido sencillo, que se tuerce una sola vez el majao cuando se teje la fila.  Por la influencia de los Tawahkas en Las Marías, la mayoría de las hamacas Pech ahora se hacen con un tejido doble que se tuerce dos veces al hacer cada fila.. Ambos estilos son conocidos en América del Sur. Las hamacas son artesanías de origen pre-Columbino entre los indígenas de América del Sur y del Caribe.  Los Pech utilizan sus hamacas para descansar durante el día o para mecer a un niño. Majao en una buena fibra para hacer hamacas por que no nace. Son suaves las hamacas de majao y no son calientes.

 

La Hamaca forma parte del mito de la creación de los Pech.  Según una leyenda narrada por Don Amado, el padre de Don Hernán, el bisabuelo al crear los Pech los dejaron en hamacas hecho de la corteza de un árbol (Flores y Griffin, 1991).  Desde su creación, este tipo de cestería ha sido parte de la cultura pech.

 

Las étnias de Honduras son bien diferenciadas por su uso de materiales para hacer cabuya o mecate para cosas como hamacas.  Los Pech y los Tawahkas hacían cabuyas de majao, de la corteza de unos árboles como la babosa.  Los Miskitos dicen que ellos hacían tejidos de sani, que probablemente es la misma majao. Los Garifunas, hace mucho tiempo, hacían sus hamacas de una cabuya de la corteza de un árbol que ellos lo decía “weñu”. Pero no he encontrado nadie en Trujillo quien sabe cual era el árbol del “weñu”.  Ellos lo sacaban por la Laguna de Guaymoreto. Tal vez era lo mismo majao.

 

Los Lencas, los Nahuas de Olancho, y los Mayas-Chortis hacían sus mecates y cabuyas de materiales como henequén, pita, maguey de castilla, y mescal.  Generalmente estas plantas eran cultivadas. Por ejemplo, para hacer un yagual, una canasta colgante, los Mayas –Chortis utilizaban pita en vez de majao. Los Nahuas de Olancho antes hacían mescal para vender en el mercado de Juticalpa, pero ya no lo hacen. Los Maya-Chortis dicen que un mecate de mescal es bien reventoso, mientras un mecate de maguey de castilla es masiso. 

En todo Honduras, se está perdiendo el costumbre de hacer cabuyas y mecates de fibras naturales, por que a bajo costo se puede obtener cabuyas y lasos de nylon de fábrica en diferentes colores.  En la preparación de cabuyas de plantas como mescal, la fibra deja como espinitas en la piel que duela, dice el etnobiologo Paul House. Está mal pagado el trabajo.   Entonces ahora los artesanos Ladinos tejen morrales y hamacas de fibras plásticas o nylon.

 

 


 

Foto: Yagual tendido de la vara con marcas de la sirena Foto de David Flores

 

 

Yagual-Arkás

 

Para hacer una canasta colgante Pech, hay que buscar los bejucos especiales para este.  No es cualquier bejuco que sirve para esto. Por ejemplo, cerca de Moradel, hay bejucos, pero no sirven. Kawa achuna es el nombre en Pech del bejuco que Doña Juana y Don Natividad García utilizaron para hacer el yagual en el Museo de San Pedro.  Significa “uña de guara”.  Otro bejuco bueno es “tikimi achuna” o uña de murciélago.  El bejuco de la planta medicinal uña de gato (mistoj chuna) también puede ser bueno.  En los EE. UU. se recomienda uña de gato para enfermedades serias como SIDA y cancer, pero los Pech lo utiliza cuando son tiernos los niños.  Se trae uña de gato y se mete un poco en algodón, un trapito, y se mete en la almohada. Como hay gatos o sea tigres en el bosque y gatos en la casa, este protege al niño.

 

Otro bejuco para hacer yagual es chaju bribri.  Este hay que traer cuando es medio sazón, no muy sazón, ni muy tierno.  Es fino.  En Moradel no hay.  Había en Las Marías. Otro bejuco es “chaparo”.  Es bueno.  No hay en Moradel. En Dulce Nombre de Culmí hay.  Tal vez sirven los mismos bejucos de chilpate, que se utilizan para matar peces.

 

Hay que amañanear e ir al monte para traer los bejucos.  Se sacan del monte y los traen a casa.  Es mejor rasparlos el mismo día para quitarles la conchita. Así hizo Don Natividad García  con este aro. Si dejan para otro día, son bien tostaditos y se ponen duros y puede ser que se quiebran al tratar de hacer el aro del yagual.  Ya que ella los traen de Olancho, Doña Juana deja los bejucos en agua dos días antes que Don Hernán los raspa.  Es mejor hacer el aro el mismo día también.  Si se deja para otro día, a veces se quiebran.   Se amara el bejuco con majao, para hacer el aro.

 

  Luego agarre otro pedazo de penca de majao y comience a tejer por la orilla del círculo en forma espiral, torciendo a la vez la penca.  Al terminar por la orilla, se puede continuar a la siguiente fila, hasta terminar.  Hay dos tejidos. El tejido que utilizó Doña Juana en el yagual de tres niveles cerca de la casa de bahareque en el Museo de San Pedro Sula se llama tejido tela araña, por que al terminar la canasta tiene la forma de una tela araña. El otro yagual, con color café,  es el tejido de matata (ara´). Estos yaguales se utilizaban para guardar comida como la manteca fuera del alcance de los ratones y gatos.  En un yagual grande Doña Juana tenía guardado los huacales que tenía la familia. 

 

 

Estas artesanías de cestería estaban al punto de desaparecer en El Carbón en los mediados de la década de 1990.  El voluntario de Cuerpo de Paz Kevin Postma estaba en la comunidad casi un año y nadie le había hablado de  una artesanía Pech a pesar de estar trabajando en un proyecto de eco-turismo. Pero el logró ver un yagual Pech que la autora tenía de Doña Melesia en Culmí y el preguntó a todos los miembros de la comunidad de El Carbón si ellos sabían hacer estos yaguales. El encontró tres mujeres que sabían hacerlo incluyendo una mujer Pech recién inmigrado de Las Marías. Ella aceptó enseñar a los demás como hacer bolsas (matates) y yaguales. En Pech los matates se llaman Arah´.

 

El voluntario del Cuerpo de Paz les ayudaron llevar su producto a Tegucigalpa y incluyendo otras artesanías como tambores Pech, ellos hicieron en un año casi L10,000 de la venta de la artesanía.  Mas tarde cuando Natividad García era presidente de la comunidad Pech de El Carbón el hizo una prioridad el rescate de la artesanía tradicional Pech, particularmente las bolsas.  Muchas personas aprendieron y una organización ambientalista que trabajaba con ellos Greenwood les ayudaron vender sus productos.  Los mantelitos y bolsas de majoa eran las estrellas en la tienda de artesanía de El Carbón.

 

Los Maya-Chortis dicen que ellos tejen el yagual con pita.  También para colgarlo, ellos ponen un guacal, por la parte arriba, para que deslisen los ratones y no logran comer la comida. Un Ladino me dijo que ellos ponen una botella de Coca-Cola de vidrio por la parte de arriba, y de igual forma delisan los ratones.

 

En Honduras los Lencas (de carrizo y de bayal), los Ladinos (de carrizo, de palma, y de junco), los Garifunas (de belaire), y los Tolupanes hacen canastas.  Los Pech no hacen canastas, solamente yaguales.  

 

 

Bolsa para Cargar Camote/Tao Chajá

 

Se tejen por separado la bolsa y el cordón o bambador (ara’ atäwa).  Hay diferentes clases de matatas.  El matata de color café y crema es una bolsa para jalar camote  (camote-taó’ en Pech).  Los Pech siembran varias clases raíces comestibles—camote (3 clases), malanga (wisi), ñam pan (kuti wisi bri), un ñame rojo pero es blanco adentro (kuti pawa), ñame (kuti uya), yuca amarga y yuca dulce. Ñam pan, malanga y ñame son palabras en español que refieren a varias diferentes plantas. Kuti uya es grande y blanco.  No es igual al ñame fina blanca de los Garifunas, que es delgado y pequeño

 

 


 

 

 

. Generalmente hay malanga de los Garifunas en los mercados de Trujillo, pero Doña Juana dice que no venden wisi. Los Garifunas dicen ñam pan a una raíz grande rojo (guchu-morado en garífuna, purple yam inglés estándar, red grow yam- inglés isleño) pero también a una raíz pequeña que es blanco por adentro y tiene como escamas por afuera. El ñam pan que siembran los Pech es morado y grande como el guchu de los Garifunas.

 


 

Foto  : Jalando una bolsa al estilo macapal

 

La abuela de Doña Juana decía que son enemigos la yuca, el camote y la malanga. Se pelean.  Por ejemplo, si usted echa la yuca que tiene una corteza gruesa, va a raspar a los camotes y malangas.  Entonces para llevar a casa las raíces comestibles, ella puso en una matata de majao un poco mas grande la yuca, y en otra matata como este puso el camote o la malanga. Ella llevaba estas matatas al estilo macapal, con el cordón por la frente.  Llevaba las dos bolsas así una encima de la otra, o dio una bolsa a Doña Juana para cargarla.

 

Don Hernán dijo que el también llevaban una bolsa de majao así cuando el iba a pescar.  Para ir a pescar, se metía todas las cosas que iba a necesitar en la bolsa.  Al regreso, metió unas hojas y metió los pescados en la bolsa para llevarlos a casa.

 

 

 


 

 

 Bolsa Redonda o Matata para Guardar Carne -Ará  

 

Antes no había refrigeradoras en las zonas rurales.  Los Pech asaban la carne o los pescados. Si había bastante, metieron hojas de bijao en la matata redonda, y envolvieron la carne en hojas, y la metieron en la bolsa.  Esta bolsa tiene un mecatillo para cerrarla.  Luego se guindaba de las vigas de la casa. Era necesario asar la carne de nuevo todos los días hasta que se consumía.

 

También era posible usarla para jalar cosas. Por ejemplo si miraban una tortuga (tora’) era posible echarlo en la bolsa y llevarla a casa para comer en sopa con arroz.

 


 

 

Foto : Calendario Pech con nudos de 30 dias

Calendarios Pech

 

Cuando ella era niña, el tío de Doña Juana decía a su abuela, “Voy a montear 8 días.” Entonces la abuela agarró un poco de cabuya de majao, e hizo 8 nudos, uno para cada día. Cuando estaba afuera el tío, todos los días la abuela cortaba un nudo diario.  Cuando ya no había, ella decía, “Ya va a venir su tío.”  Don Hernán dijo que su papa también utilizaba cabuyas de majao así.

 

Los extranjeros que visitaban los Pech antes, decían que ellos utilizaron estas cabuyas para hacer contratos también.  Si los extranjeros contrataron que les hagan un pipante en dos meses, el señor Pech hizo dos cabuyas de 30 días cada uno. El cortó un nudo cada día y cuando ya no había cabuya, era tiempo de entregar el pipante.

 

Doña Juana hizo tres calendarios Pech de majao para el Museo de San Pedro-- de una semana, de un mes, y de un año.   

 

Este uso de nudos para contar es de bastante antigüedad entre los indígenas suramericanos. Los Incas no tenían escritura para su idioma.  Para manejar la contabilidad del Imperio Inca, ellos utilizaban cabuyas con nudos para contar.

 

Para decir lunes, martes, miércoles, etc., en Pech dicen, “ A As-Sol Uno, sol dos, sol tres”.  Para decir los 12 meses del año, como enero, febrero, etc. los Pech dicen, “Yuwi As-Luna Una, Luna dos, etc.” 

 

 

Artesanías Modernas de Majao

Bolsas Pequeñas Modernas para llevar Cuadernos, etc.

 

Doña Juana tiñe el majao diferentes colores y hace bolsas para jalar botes de agua, para cuadernos, celulares, etc. para vender a la gente y turistas de Trujillo, como esta bolsa en el Museo de San Pedro.

 

 

 


 

Foto Tapete y Canasta de majao hecho por Doña Juana Foto de Kip Pannebianco

 

 

 Tapetes o Mantelitos y Pulseras de Majao

 

Doña Juana hace artesanías como tapetes redondas y cuadrados de varios colores y pulseras de majoa para vender a las turistas de Trujillo. El tapete redondo y estas pulseras están el Museo de San Pedro.

 


 

Foto : Pulsera de Majoa Hecho por Doña Juana. Foto de David Flores

 

 

Canastas de Majao

 

Tradicionalmente los Pech no hicieron canastas, pero Doña Juana  inventó este diseño de una canasta pequeña de majao.

 

La Jarcía de otros materiales

 

Capulín

 

Para halar materiales, para amarrar los techos de suita o cuyamel los Pech por lo general utilizaban pencas de la corteza del árbol de capulín.

 

También hay una artesanía moderna de sillas con la parte donde uno se sienta hecho de capulín tejido.

 

Henequén

 

Hay Pech en El Carbón quienes saben hacer la cabuya de henequén.  El henequén es cultivado entre los Pech,  pero muy poco se utiliza.

 

En América Central, particularmente en El Salvador, era un cultivo importante por que los billetes de los EE. UU. están hechos de papel de las fibras de henequén Centro Americano.

 

Pita y Maguey

 

Para amarrar las sonajas o sea las maracas, lo indicado es una cuerda de pita. Cerca de Trujillo, no hay, entonces José Martínez, el hijo menor de Doña Juana, hace las maracas sin pita.   Entre los Pech la pita es una planta silvestre.  También se puede utilizar maguey, que también se consideran silvestre.  Entre los indígenas de El Salvador pita y maguey eran plantas cultivadas. Los Maya-Chortís  de Honduras cultivan Maguey de Castilla para sus artesanías.

 

Pita crece como la piña pero tiene hojas largas y delgadas.  Se corta las hojas de pita.  La abuela de Doña Juana sacaba pita.  En la montaña vivía la pita. Se saca las hojas. Tiene espinas. Los raspan.  Su abuela cosechaba una docena de hojas a la vez.  Se ponía a quebrarlas.  Buscaba un palo, el viscoyol y sacaba una tabla de unas 8 pulgadas del viscoyol.  Se raspaba la hoja de pita contra la tabla de viscoyol.  La abuela de Doña Juana le iba a dar las hebras, las fibras.  Ella decía, saquéemelas y lávelas. Después se va torciendo haciendo las cabuyitas.  Sería bueno hacer las mantelitos de pita, pero aquí cerca de Trujillo no hay.

 

El maguey tiene hojas anchas, bien grandes. El maguey era silvestre. Vivía a la orilla de la montaña hacia la sabana.  En la mera montaña no vive. El abuelito de Doña Juana le gustó sacar maguey.  El lo fue procesando para hacer un matata (bolsa) de carga para halar maíz de tusa.  El lo jalaba en bestia. Para procesar se saca las fibras, se lava, se deja secar y se tuerce. Se hace las cabuyitas.

 

Fajas Tradicionales

 

El abuelo de Doña Juana hacía fajas de mescal de maguey.  También era posible hacer la faja de pita.  Aquí cerca de Trujillo, no hay pita.  En El Carbón, hay.  Otra gente hacía trenzas de majao.  Si los hombres estaban en el monte, y se les ruinaron su faja, ellos simplemente agarraban un  bejuco, y fajaron sus pantalones con este.

 

Semillas

 

Almohadas

 

De la semilla de guano, los Pech sacan la seda que era popular para rellenar almohadas hachas de la tela de tunu.

 

 9 Lágrimas de San Pedro

 

Crecen Lágrimas de San Pedro (pata tish taja asikia awartia en Pech)  en el bosque en la zona Pech de Olancho. Cerca de Trujillo, no hay.  Según las investigaciones del señor Vicente García de El Carbón, era el padre Manuel de Jesús Subirana quien enseñó a los Pech que estas semillas se formaban de las lágrimas de San Pedro al momento de crucificar el señor Jesús. Luego se riegan. Tiene un misterio las Lágrimas de San Pedro, decía la abuela de Doña Juana.  Es bueno tener 9 semillas de Lágrimas de San Pedro en un trapo limpio en su casa.  Es como protección.  Así hacía la abuela de Doña Juana.  Doña Juana hizo como  un collar con 9 Lágrimas de San Pedro con una crucita y lo tiene guardar en su casa. El número 9 tiene un significado especial entre los Pech, quienes cuentan leyendas de los 9 hermanos, había 9 Watá quienes criaron al héroe Pech Patakako, el Wisinka (un serpiente grande que chupaba a los niños Pech) y la Sirena (el espíritu que cuida los peces) tienen 9 ojos, se hace ceremonias 9 días después que nazca un bebé y depués que muera una persona, etc.  Su abuela acostumbraba hacer rosario con Lágrimas de San Pedro,  pero ella no se acostumbraba hacer bisutería con ellas como hacían otros pueblos indígenas y afro-hondureños como los Lencas, los Maya-Chortí, los Ladinos, y los Garífunas en Honduras. Don Vicente pensó que la ciudad de San Pedro Sula se llamaba así por la presencia de Lágrimas de San Pedro allí.

 

 


 

 

Foto : Collar de Lagrimas de San Pedro  Foto de Wendy Griffin

 

 

Collar de Lágrimas de San Pedro

 

Cuando ella puede conseguir Semillas de Lágrimas de San Pedro, Doña Juana hace collares y aretes de estas para vender a turistas en Trujillo. Ella hizo este collar en la foto que está en el Museo de San Pedro.  A veces sus hijas le mandan semillas y majao, por ejemplo de la comunidad Pech de Jocomico, Olancho. Las semillas para esta exposición en el Museo de San Pedro fueron donadas por el Sr. David Flores de Tegucigalpa.