Introducción
Histórica a los Pech y los demás indígenas de la Zona Nororiental de Honduras
Ubicación Actual de los Pech
Los indígenas Pech,
anteriormente llamados Payas, actualmente viven principalmente en El Carbón,
San Esteban, Olancho y varias comunidades en el municipio de Dulce Nombre de
Culmí, Olancho. También hay Pech en
Moradel y Silin, comunidades Pech ubicadas unos 5 km de Trujillo, Colón por la
carretera que va a Tocoa, La Ceiba, y San Pedro. Allí viven Doña Juana y Don Hernán, la mama
de Don Hernán Doña Paulina, dos hijos de Juana y Hernán, y una nieta.
También hay Pech
quienes viven al fondo del Río Plátano en el Departamento de Gracias a Dios (La
Mosquitia) en la comunidad mixta de Miskitos y Pech de Las Marías. Se estima la población Pech actual ahora es
alrededor de 3,600 personas, de los cuales menos de 600 hablan Pech. Doña Juana y Don Hernán hablan bien en Pech y
Doña Paulina solamente Pech habla. Muy
pocas cosas ella puede decir en español.
La mama y abuela de Doña Juana eran iguales, casi no hablaban
español. La mama de Doña Juana tenía un
esposo Ladino durante más de 6 años,
pero ella nunca aprendió español, entonces el la dejó.
Existe la teoria que
los Pech posiblemente era los constructores de la Ciudad Blanca.
Por estar cerca de
la zona de la zona de la Ciudad Blanca, mucha gente han pensado que los Pech
eran los constructores de la Ciudad Blanca, una ruina legendaria ubicado entre
el Rio Paulaya y el Rio Patuca en Honduras Nororiental. Ha habido mucho interés
al nivel internacional para saber si ya se descubrió la Ciudad Blanca? Más
importante es la cuestión quienes construyeron las ruinas en la zona de la
Ciudad Blanca, algo que un análisis de la artesanía y arquitectura Pech y de
los sus vecinos los Nahuas puede echar bastante luz.
Según Linda Newson,
una geógrafa inglesa de Inglaterra, antes la población de los Pech era mucho
mayor, y su territorio era extenso.
Ellos probablemente eran los primeros pobladores de Trujillo, pero yo
creo que en la Época Posclásica (900-1500 DC) ellos fueron desplazados de esta
región, el Bajo Aguan, parte del Valle de Agalta, y parte de la región entre el
Río Paulaya y el Río Plátano por indígenas mesoamericanos que probablemente llegaron
de México. En esta última región, que incluye partes de los departamentos de
Colon, Gracias a Dios y Olancho y que se extiende hacia el Río Guampu en
Olancho, está la ruina arqueológica la Ciudad Blanca.
La identificación de los indígenas quienes
hicieron las grandes ruinas arqueológicas en la zona Pech como Las Crucitas, La
Llorona, Tulito, Papayeca, Chapagua, y la Ciudad Blanca es un sujeto de mucha
controversia entre arqueólogos, geógrafos, historiadores y antropólogos. Los Pech recuerdan cuando ellos extendieron
hasta el Río Plátano en la Mosquitia, pero Linda Newson cree que al momento de
la Conquista, los Payas se extendieron por toda la costa de la Mosquitia hasta
Río Coco y la frontera de Nicaragua, excepto por pequeños enclaves de indígenas
mexicanos. Su territorio al momento de
la Conquista tal vez se extendió hacia el interior casi hasta Catacamas,
Olancho. Los españoles conquistaron el pueblo indígena de Catacamas y
probablemente todo el Valle de Olancho que incluye la cabecera departamental
Juticalpa, pero no conquistaron en forma permanente la zona Pech en Olancho al
norte de Catacamas por ambos lados de la Sierra de Agalta, llamado “Poyer Hill”
(Cerro de los Payas) en Inglés. Aun que en el siglo 20 la palabra se utilizó
para referirse a los Pech, parece en la época colonial los españoles utilizaron
el termino para referirse a varios grupos en Honduras nororiental, incluyendo
indígenas que actualmente pertenecen a la Federación de Indígenas Nahuas de
Honduras. Además de los Nahuas de
Olancho, otro grupo importante a considerar como posibles constructores de la
Ciudad Blanca son una etnia que vivían en la Mosquitia Hondureña que con tiempo
se mezcló con los Miskitos son los Rah.
La Experiencia de los
Indígenas de la Zona Nororiental en la época colonial
Los españoles esclavizaron por un tiempo temprano
en el siglo 16 los indígenas de Río Platano en la Mosquitia, incluyendo
probablemente parte de los Pech, pero después ya no tenían control allí, a
pesar de mandar varias expediciones armadas para conquistar “Taguzgalpa”, como
ellos llamaron la zona no conquistada al este de Trujillo. Los españoles en el siglo 16 dejaron bastante
despobladas las zonas de Trujillo y el Río Plátano. Llevaron y vendieron los
indígenas de pueblos tributarios enteros como Sonaguera, Colon y Juticalpa,
Olancho (Griffin, 1994) que luego durante la mayoría de la época colonial eran pueblos
de mulatos.
El origen del mito
de la Ciudad Blanca entre los españoles como una ciudad de mucha riqueza parece
que viene de una conversación con el Protector de los Indios Cristóbal Pedraza
en el siglo 16 y una princesa indígena de esta ciudad al este de Trujillo. Ella decía que antes allí había mucha gente y
tenían de todo, hasta comían sobre platos de oro, pero ya no había nadie ni
nada allí (de Pedraza, 1547). Los
españoles evacuaron la zona de Trujillo, las Islas de la Bahía, y el Bajo Aguan
después de varios ataques piratas en la década de 1640 y llevaron todos los
indios tributarios con ellos a vivir en Honduras nororiental. (Tamayo,
1642). Muchas de las toponimias que los
conquistadores identificaron en la zona de Trujillo eran en Nahua, como
Papayeca (Lugar del Papa—el sacerdote de Quetzalcoatl en su forma de Dios del
Viento en su templo redondo) y Chapagua (Casa Mojada), hasta unos nombres de
los caciques eran en Nahuatl como Mazatl (Venado), (Reyes-Mazzoni, Roberto,
1974; Coe, 1984) pero sin la presencia
de indígenas modernos tenemos dificultades de identificar a que tribu pertenecían
los indígenas que construyeron las ruinas arqueológicas de Honduras
Nororiental.
Información
Lingüística de Quien vivía en la Zona Nororiental
Muchos de los
nombres de lugares (toponimias) en la zona de los Pech actuales en Olancho no
están en Pech, como Jamasquire, Pisijire, Conquire, y Aguaquire, entonces tal
vez había otro tribu también o antes de los Pech allí. El lingüista español
Atanasio Herranz cree que –quire es un variante de –quira que significa
“quebrada” en lenca. Tambien hay lugares
que terminan con –gua como Tonajagua, Olancho cerca a San Esteban, y Chapagua
cerca a Trujillo, Colon y “gua” significa “agua” en un dialecto de lenca.
Muchos de los toponimias cerca de Catacamas en
el camino a Culmí están en Nahua como Petaste, Malacate, Aguacate, y Siguaté. A
los indígenas quienes antes vivían en el pueblo de indios de Catacamas y ahora
viven en comunidades como Jamasquire y
Siguaté en este camino, ahora les dicen “Nahuas”, por que hay un título de
tierra a una cofradía de los Nahuas de Catacamas de la época colonial para
estas tierras donde actualmente viven (Lázaro Flores, comunicación personal).
Ellos ya no hablan ninguna lengua indígena y no sabían como se llamaba su tribu
antes.
Existe en uso entre
los Ladinos muy poco toponimios Pech pero estos incluyen Rio Aso Sewa (Rio Agua
Amarilla en Pech), el Rio Waraská
(nombre Pech para todo el Rio Platano y no solamente el tributario al final) y
Culmí, de Kormi (nombre en Pech de un tipo de árbol que crece al lado de Rio
Culmi). Los Pech entre ellos utilizan otros nombres de lugares en Pech como
Chok Korpan (ahora Montaña Baltimor en la Biosfera de Rio Platano), Chok
Takaskró, y en Nahua como Ulanco (lugar de mucho hule en nahua, el nombre
original de Olancho) y Montaña Malacate (un volante para hilar hilo de algodón,
generalmente de barro) cerca de Dulce Nombre de Culmi, Olanco. Montaña Baltimor
y Pico Dama (nombre Miskito) también tenían.
Una comunidades
indígenas mesoamericanas en la zona Nororiental de Honduras
Había varias cofradías
indígenas en Catacamas, pero no sabemos a que tribu pertenecían los miembros de
las demás cofradías. Catacamas era grande durante la época colonial con más de
1,000 habitantes, según el censo de 1804 (de Anguiano, Ramón, 1804) y sus
cofradías tenían más de 200 caballerías de tierra y 16,000 cabezas de ganado,
según José María Tojeira. (Tojeira, 1986). Probablemente era una ciudad
multiétnica en la época colonial. En la federación étnica de los indígenas
nahuas de Catacamas, también hay indígenas de Guata y Jano, Olancho. Estos dos
pueblos eran “pueblos tributarios de indios” pequeños durante todo el periodo
colonial, pero los españoles no dijeron que lengua hablaban o a que tribu pertenecían.
Ellos ya no hablan un idioma indígena. Las toponimias cerca de estos dos
pueblos están en la lengua de los Matagalpas, una tribu que hablaba un idioma
de la misma familia de las lenguas Pech, Miskito y Tawahka, y probablemente
tenía una cultura parecida a los Pech. No hay hablantes de Matagalpa en
Honduras ahora. Pero en el municipio al norte de Jano y Guata, ahora Esquipulus
del Norte (Esquipul es el nombre de un Dios Nicarao el Pantera que devora los
corazones humanos) y anteriormente
Azacualpa (en el piramaide o lugar del templo del Dios de los comerciantes de larga
distancia los Pochtecas en Nahuatl), si hay toponimias nahuas. En 1935, el
municipio de Azacualpa todavía era principalmente indígena, según el autor de
La Monografía de Olancho, y tal vez los
españoles llevaron los indígenas de allí para poblar los pueblos de indios
coloniales de Jano y Guata.
Los antropólogos
hondureños y los historiadores no han logrado identificar que pasó con los
indígenas de Azacualpa, Olancho, que ha sido de una zona de mucha inmigración
de Ladinos de otras partes del país, o donde están ahora. Los miembros de la federación Nahua conocen
un poco de su historia, sus danzas, unas
artesanías como la alfarería y mescal, unas ceremonias, y viven en casas
tradicionales, a veces de adobe. Hay mucha documentación de la época colonial
de pueblos de indios en estas comunidades, entonces si creo que son indígenas
pero es problemática la identificación tribal histórica de los indígenas que
actualmente pertenecen a la federación Nahua de Olancho.
Entonces por conflictos con los Españoles y
los indígenas Miskitos quienes querían venderles como esclavos en la época
colonial, los Pech quedaron con una población bien reducida y un territorio
pequeño y dividido.
Baja de Población
Después de la época colonial en Honduras nororiental
Al final de la época
colonial, según los estimados del Gobernador de Honduras, todavía había 15,000
Pech, que el llama Payas. (En los documentos de los españoles, ellos a veces
utilizaban el nombre Paya para indígenas que no eran los Pech. Por ejemplo, hay
un informe de los franciscanos trabajando entre los indígenas no conquistados
en el valle de Jamastrán, El Paraíso en la época colonial que dice que es un
informe de su trabajo entre los indígenas jicaques de la nación paya.) Parece
que llegaron varias epidemias de enfermedades
europeas en el siglo 19 y 20 como el sarampión y gripe española
(1918-1920), y se murieron bastante Pech.
El antropólogo francés Eduard Conzemius visitó a los Pech poco tiempo
después de la epidemia de gripe española y estimó que murió 15-30% de la
población Pech durante la epidemia. La
mayoría de los Tawahkas murieron durante esta epidemia de gripe española, en
parte por que las autoridades hondureñas les había forzados de vivir en una
sola aldea, El Sumal, para asistir a la escuela y aprender español. En parte por
esta razón, estas étnias tienen muy poca población hoy en día.
Los españoles
atacaron a los Pech repetidas veces durante la época colonial, quemando sus
casas y llevando muchos Pech a trabajar en las minas como El Corpus, Choluteca
o el Río Guayape, Olancho. Solamente en una “entrada ranchería” los españoles
llevaron en 1697 795 familias payas a trabajar en la mina de El Corpus.
Probablemente no hay 795 familias Pech hoy en día. Los españoles también los vendieron al
exterior a trabajar en las minas de Cuba y Santo Domingo o jalar cargo en el
trajín cruzando Panamá para llegar a la Costa Pacífica. En las leyendas Pech,
todavía mencionan las entradas de los españoles para sacarles y forzarles a
trabajar para ellos. Los indígenas de la Costa Norte, abandonaron la Costa en
el siglo 16 para evitar ser capturados por los españoles. Con este, mas la
evacuación de los indígenas de la zona de Trujillo y las Islas de la Bahía en
1645, mucha área de la Costa Norte estaba despoblada cuando llegaron los
Garifunas en 1797 y los Negros de habla Inglesa.
Pero según el
gobernador de Honduras en 1804, el territorio Pech actual no fue conquistado
por los españoles ni por armas ni por misionarios franciscanos quienes
intentaron trabajar entre los Pech y los
otros indígenas de Olancho como Lencas, indígenas mexicanos, y Tawahkas, durante 2 siglos. Era una zona de
difícil acceso, muy lodoso, y con mucho bosque. Al final del siglo 19, según el
señor Charles, todavía era un viaje de 5 días de Juticalpa a Culmí en bestia, y
era tan túpido el bosque, de Culmí al Río Lagarto que no era posible entrar con
bestias, solamente a pie. Era posible
perderse en las montañas o ser atacados por bandidos según las autoridades
hondureños. Los Ladinos y los Pech también pensaban era posible ser atacado por
el sisimite, un hombre-mono quien creían que vivía en la Sierra de Agalta,
entre otros lugares en Honduras.
Después de la
Independencia, el gobierno de Honduras hizo tratados con los gobiernos de
Inglaterra y los EE. UU. que era ilegal vender armas a los indígenas
hondureños. Por varios factores, el
General encargado de los Miskitos Hondureños, hizo un tratado de Paz y Amistad
con el gobierno de Honduras en 1845. Los españoles de la época colonial temían
ataques de los Miskitos, y parcialmente por sus relaciones con los Miskitos, el
gobierno español no logró conquistar las zonas de los Tolupanes, y los
Pech. Luego Gran Bretaña hizo tratado
con Honduras devolviendo la Mosquitia y las Islas de la Bahía a Honduras en
1859. Entonces así los Pech quedaron sin
armas de fuego y sin aliados, después de
1859, y por esta razón, el gobierno de Honduras autorizó el trabajo de Padre
Manuel de Jesús Subirana. El primero trabajó entre los Pech, pero se estrallaron
las guerras de Olancho entre 1860 y 1865, entonces el se fue a trabajar con los
Tolupanes o Xicaques de Yoro y Atlántida.
Los Pech entran bajo
el control de los Españoles por medio de Padre Subirana
Después que el padre
Manuel Subirana consiguió títulos de tierra para el pueblo de Culmí y para El
Carbón en la década de 1860 para los Pech, el gobierno de Honduras fue
incorporando la zona Pech de Olancho a Honduras. En Culmí, los Pech lograron que el gobierno
formara un municipio aparte de Catacamas para ellos en 1890. Había escuela
pública en Culmí en 1891. No había
escuela pública en San Pedro Sula hasta 1915.
Había Ladinos, Pech, y Garifunas quienes viajaban entre la Costa Norte y
el interior de Olancho o Tegucigalpa a pie, pasando por la zona de los Pech, pero era difícil el viaje.
Dormían debajo de los árboles a luz de fogata para protegerse de los animales
silvestres, por que no había posadas.
Era pura montaña. Los quequeos pasaban entre las casas de los Pech de El
Carbón. Era peligrosa la caminata por las barbas amarillas y otras serpientes
venenosas.
La Truxillo Railroad
facilita comunicaciones con la zona de los Pech
La Truxillo Railroad
Company, una compañía bananera de la United Fruit Company, construyó su
ferrocarril desde Trujillo hasta la zona Pech en Colon, Olancho, y La Mosquitia.
Llegaron centares de personas para trabajar en los campos bananeros. Fueron
desplazadas varias comunidades Pech. Luego se fue la compañía. Se fueron la
mayoría de los trabajadores, pero otros se quedaron en la zona como los Ladinos
de Sico. La zona Pech de Olancho quedaba aislada otra vez hasta la década de
1950, cuando el gobierno de Juan Manuel Galvez comienza la Colonia Agrícola
afuera de Catacamas. Trajeron campesinos
de las zonas sur, centro y occidente a asentarse sobre tierras de los indígenas
Nahuas de Catacamas. También está abierto en 1953 un aeropuerto en la Colonia,
Culmí para sacar caoba hasta Puerto Castilla.
Comienza la llegada de Ladinos a trabajar en la corte de madera.
Se construyen carreteras
a la zona Pech
En la década de
1960, se abre la carretera de tierra entre Catacamas y Culmí. Ya había buena
carretera entre Tegucigalpa y Juticalpa y Juticalpa a Catacamas. El viaje de
Juticalpa a Catacamas que antes era de dos días en bestia, es ahora una hora en
bus.
Se abren varias aserradores en el municipio de
Culmí, unos de la familia del ex presidente Manuel Zelaya, pero también de
otros Hondureños y extranjeros, y llegaron muchos mas Ladinos. Los Pech pierden todas sus tierras en el pueblo
de Culmí, y desaparecen varias aldeas Pech de Culmí. Los Ladinos quitaron el bosque para sembrar
café, granos básicos, y criar ganado. Se escasearon los animales de monte como
quequeo, jagüilla, venado, etc. que comían los Pech y también se perdieron unas
plantas o árboles de importancia para la artesanía como el tunu y la supa.
Un proceso parecido
pasó con los Pech de El Carbón cuando se abrió la carretera de tierra entre
Juticalpa, Olancho a Bonito Oriental, Colon, donde se conectó con carreteras que
iban a Tocoa, Trujillo, La Ceiba, o
Iriona. El propósito de esta carretera
era de sacar madera para CORFINO, un aserradero grande con inversión nacional e
internacional. Los Pech de El Carbón también perdieron la mayoría de su bosque,
una parte de sus tierras, y los animales de cacería. La población Ladina en los municipios de San
Esteban, donde está El Carbón, y de Culmí
ha aumentado tremendamente desde 1950, más de 15,000 más Ladinos en cada
municipio, debido a la llegada de emigrantes de otras partes de Honduras.
Con la
modernización, la pérdida de plantas y bosque, la globalización de la cultura,
asimilación a la cultura Ladina o Miskita, etc., para la mayoría de las
artesanías Pech en esta guía hay pocos artesanos o ningunos. Los artesanos Pech
Doña Juana y Don Hernán trabajaron con la Lic. Wendy Griffin para hacer una
donación al Museo de Antropología e Historia de San Pedro Sula de artesanías
Pech y para hacer esta guía para que quede documentado para los hondureños como
era la cultura Pech de su juventud, de
sus padres y sus abuelos y abuelas. También quieren mostrar que la étnia Pech
todavía vive y tenía muchas artes y conocimientos bonitos que vale la pena
rescatar.
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