viernes, 20 de noviembre de 2015

Piedras cortadas y talladas en la Zona Noriental y la Zona de la Ciudad Blanca Parte VI


Otras piedras cortadas o talladas en la Zona Nororiental en la Época Precolombina-


  Generalmente los arqueólogos que visitan o trabajan en Honduras Nororiental ponen atención  en las ruinas grandes con montículos altos para templos, cubiertos con piedra cortada. Hay ciudades con murallas alrededor de  la ruina.  Hay ruinas en la zona de la Ciudad Blanca hasta con senderos pavimentados en piedra blanca cortada, reportó Ted Maschall. Chris Begley reportó que había encontrado dos canchas de pelota de piedra, como hay en las Ruinas de Copan, en Olancho, entonces hay sitios de mesoamericanos allí.  Los arqueólogos reportan la alfarería de elite como la alfarería policroma, pero no buscan o no dicen si hay comales, ollas para cocinar frijoles, ollas para nixtamalizar el maíz, etc. de la gente común o los Pech. Hay estatuas de piedras talladas en el Museo Rufino de caciques con taparado, un escudo de riñones con plumas por la parte atrás de la esalda (por la rapadilla), collares y un penacho de plumas en la cabeza.  También hay un plato de alfarería policroma (de varios colores)  con un cacique vestido así. 


Mitos de la Ciudad  Blanca de los Nahuas, los Pech, los Ladinos y los Españoles-


-Es importante la presencia del escudo por los riñones, por el arqueólogo Michael Coe dice que este estilo era introducido en México por los Toltecas. Hay una leyenda Ladina de la Ciudad Blanca que Quetzalcoatl está enterrado allí y que hay una calavera de cristal sobre la tumba.   Este Quetzalcoatl probablemente no es el Dios de los Aztecas, sino el ultimo rey de los Toltecas de Tulan (lugar de mucho tule en Nahua) en México quien salió de México en un cayuco y los indígenas Mexicanos no sabían mas de el y creen que se convertió en espuma o un colibrí. La ciudad donde este Rey Ce Acatl Quetzalcoatl Topolitzin se murió o se hizo espuma etc. era huehuetlapalan (antiguo ciudad de la tierra colorada en Nahua) que según Hernan Cortes era unos pocos días de viaje al este de Trujillo. El héroe Quetzalcoatl se convertió en la estrella matutina y prometió de volver en 500 años. El hecho que Hernan Cortes hizo el mismo viaje que este rey y héroe con una traductora de la lengua azteca y volvió a Mexico 500 años después que salió el Rey Quetzalcoatl y era el color de un fantasma puede tener relación por que Cortes pudo vencer a los Aztecas quienes estaban indeciso si el era Quetzalcoatl regresado a México.


 Según los indígenas Nahuas de Jamasquire, Olancho, la Ciudad Blanca era de los Nahuas, los ancestros de ellos.  Había un camino que iba desde Catacamas a la Laguna de Mescal, un lugar secreto, tal vez  en una cueva, donde realizaban sus ritos incluyendo los sacrificios, y de allí a la Ciudad Blanca.  Ellos dijeron que mandaron todas sus riquezas allí cuando los españoles entraron a Olancho. El dijo que no escuchó que sacrificaban a los Pech. El pensaba que ellos sacrificaban a los mismos Nahuas.  En México, los Aztecas sacrificaban personas de otras étnias y también otros Aztecas.  Entre los Pipiles de  habla nahua ellos sacrificaban niños pipiles de 12 años dos veces al año al lado de agua para traer la lluvia 25 de abril y para celebrar que se paró 1-2 de Noviembre. Entonces probablemente el recuerdo de los Nahuas de Olancho sea cierto. 


En el mito Pech de la Kao Kamasa (Casa Blanca), es su heroe Patakako quien entró allí y prometió proteger los Pech. No está muerto Patakako según Profesor Angel Martinez de los Pech. Hay Pech que llegan allí, por ejemplo, el yerno de Doña Juana, cuando el estaba cazando pajuiles. El dice que hay muchas cosas bonitas allí, como metates pequeños tallados en piedra.  Su compañero de cacería llevó algo de allí, pero toda la noche los espíritus los perseguían, tirando piedras y palos, y no los dejaban dormir.  En la mañana pusieron de regreso la pieza, y no tenían mas problemas.  El Ladino nativo de Brus Laguna, Gracias a Dios, Oswaldo Munguía, directo de MOPAWI, dijo que uno puede llegar a la Ciudad Blanca, pero no puede llevar nada de allí. Doña Juana cree que los espíritus no permiten que otras étnias lleguen a la Ciudad Blanca, solamente pueden llegar los Pech por que su chaman, el Watá,  sabía hacer arreglos con ellos.  No hay certeza que Kao Kamasa (Casa Blanca) de los Pech, la Ciudad Blanca de las leyendas Ladinas y Nahuas, y una ciudad indígena a este de Trujillo donde los caciques comieron en platos de oro, contado por el Protector de los Indios Cristóbal Pedraza (tal vez Taguzgalpa—la casa donde se fonde el oro)  refieren a la misma ruina arqueológica. Los Pech no están de acuerdo cual ruina es la Ciudad Blanca, pero Kao Kamasa (Casa Blanca) donde entró Patakako es por río en La Mosquitia pero también mención una Ciudad Blanca por un río en Olancho.  Hay leyendas Ladinas que primer los Nahuas vivieron por el Rio en Olancho pero fueron maldicho por un Tawahka y este hizo que los Nahuas tenía miedo seguir viviendo allí y fueron a vivir mas cerca al Rio Platano, según artículos en La Tribuna.


Actualmente los arqueólogos están buscando la Ciudad Blanca, una ruina grande misteriosa escondida en la selva, y el gobierno dijeron que la encontraron por un río en Colón, que la ruina es enorme, tal vez con montículos, edificios de piedras blancas y una plaza.  Los Pech dicen que “Kao Kamasa” no está allí, y los Pech vivían en comunidades pequeñas sin templos y sin casas de piedra tallada, entonces tal vez encontraron  la Ciudad  Blanca de los Nahuas, pero no Kao Kamasa (Casa Blanca) de los Pech.  Hay muchas ruinas grandes en la Mosquitia por el Rio Paulaya, en la zona de Culmi, por el Rio Wampu y el Rio Platano y sus tributarios, y todas parecen ser de la misma civilización de la época posclásica (900 a 1500 DC), que es el tiempo de la imigración del Rey Tolteca Ce Acatl Quetzalcoatl Topiltzin y sus seguidores y luego los Nicaroas del Valle de Cholula. Tal vez Agalteca como Agalteca (agalta lugar de mucho carrizo, teca gente de tal lugar), Yoro viene de su nombre.  Según Doña Marina la traductora de  Hernan Cortes dijo que los indígenas de Trujillo, Colon hablaban igual que los de Cholula, con unos dejes de pronunciación.   Antes de llegar a Honduras los Toltecas había salido de Teotihuacan (Tulan), fueron a Cholula (que ellos también llamaban Tulan).  En Honduras hay lugares con  nombre Tulian y Tulito relacionado con estos nombres de lugares en Mexico. En el repartimiento de encomiendas de Pedro Alvarado de San Pedro Sula Culhuacan (un barrio Tolteca del actual ciudad de Mexico) y Cholula también eran nombres de lugar en esta zona de Honduras. 


En las estatuas y el plato policromo del Museo Rufino Galan, los caciques no usan una manta  puesta con un nudo por un hombro.  Esta manta se llamó “pati” en Nahuatl, el idioma de los Aztecas, y en los libros de los Aztecas, que se llaman “Codices”, los artistas siempre dibujaban los hombres Aztecas con su “pati”.  Pero si utilizan un escudo por los riñones, un estilo introducido por los Toltecas o Tultecas. Entonces las ciudades de indígenas de habla nahua que encontraron los españoles cerca de Trujillo, probablemente no eran de los Aztecas, sino de hablantes de Nahua que salieron de México antes como los Pipil-Toltecas y los Nicaraos.


Doña Juana reconoció de inmediato las piedras de hachas color verde en el Museo de San Pedro, entonces tal vez eran parecidas a las hachas de piedras en la zona Pech. Tambien Osvaldo Munguia ha reportado hachas asi en la Mosquitia.  


Obsideano en las Ruinas arqueológicas de la Zona Nororiental


En el Museo de Rufino Galan de Trujillo, hay pedazos de la piedra obsidiana  que los españoles llamaron “dientes”.  Los indígenas de Trujillo, Olancho y los Mayas de Guatemala pusieron una fila de estos dientes de obsidiana arriba y otra fila debajo de una espada de madera dura de casi una yarda.  Esta arma se llamaba la macana. Es el origen de las palabras que todavía se utilizan en el español hondureño “macanear” (pegar duro varias veces) y macanazo (un golpe duro—por ejemplo le dio un buen macanazo). Es muy filuda la piedra de obsidiana. En el Museo de Rufino Galan de Trujillo, hay pedazos grandes de obsideana (cores en inglés), que los indígenas pegaban para hacer los cuchillos o navajas de obsidiana.  En el Museo de San Pedro, hay muchos buenos ejemplos de cuchillos de obsidiana.  Los indígenas los pusieron mangos de madera. Yo he encontrado pedazos de cuchillos de obsidiana y puntas de flechas de basalto en la playa de Trujillo, probablemente de un sitio arqueológico por Río Negro. Probablemente los Pech hicieron trueque con los Nahuas para obtener cuchillos de obsideano, necesario para destazar animales y trabajar madera. Actualmente los Pech utilizan una variedad de cuchillos, machetes, y hachas de acero para este trabajo. Son tan necesario estos herramientas que el abuelo de Don hernan caminó a Nicaragua para obtener una hachuela, herramientas para cosas profundas como cayucos o pipantes y depósitos de madera para la munia.


 La mayoría de la obsidiana en Honduras venía de una mina importante de obsidiana  en La Esperanza, Intíbuca de la zona Lenca, pero tal vez, los lideres nahuas lograron controlar esta mina en la època posclásica. Ellos también lograron controlar las fuentes de El Salvador.  En Occidente se ha encontrado obsidiana de Guatemala, El Salvador (Iza significa obsideana entonces Isatepeque (cerro de obsideana), y Izalco (Lugar de obsideana) indica que probablemente sacaron obsideana alli,  y una obsideana verde muy especial de una mina controlado por los Toltecas en Hidalgo,  México también.  No he visto informes de encontrar obsidiana entre los Pech, pero Doña Juana piensa que ellos probablemente también la utilizaban para sus cuchillos. Los Nahuas como los Toltecas, los Pipiles, y los Nicaroas intentaron controlar el monopolio del comercio de larga distancia de obsideana, de jade, de oro, de sal, y tal vez de cobre.  Ellos probablemente utilizan mano de obra forzado de los lencas para sacar la obsidiana en El Salvador y La Esperanca, y de los Lencas de Santa Barbara y los Chortis para sacar oro en la zona de Quimistan, Sula, y Naco, Santa Barbara, y de los Pech en zonas de sacar oro en la zona oriental del país como el Rio Platano  y el Rio Paulaya, de donde tambien sacaron piedra verde.. 


Desde hace tiempo, los Pech no usaban piedras para sus puntas de flecha, sino puntas de madera dura y tal vez dientes de lagartos, pero no sabemos de que las hicieron en tiempos precolombinos. La palabra Pech para la flecha significa “cabeza de ocote” y el Profesor Ángel, hijo de Doña Juana y Don Hernán, cree que es por que antes se hacían las puntas de flechas del corazón de ocote fino.  No hay puntas de flechas o de lanzas de piedra en el Museo Rufino Galan.  Hay colecciones de puntas de flecha y de lanzas de obsidiana en Honduras, por ejemplo en la colección del Banco Atlántida, pero no les he visto en Honduras Nororiental. Ya que hay puntas de flecha de piedra en varias partes de Honduras, probablemente el arco y flecha de supa o sea la palma pejibal eran conocidos en Honduras en la época Posclásica (900-1500 DC), incluso entre los Pech. 


También el arco y flecha también eran conocidos en México en la Época Posclásica, particularmente entre grupos al norte del Valle de Mexico, que los de habla Nahuatl les decían “Chichimecas”.  Cuando la gente de habla Nahua llegaron a Honduras, también usaron la frase “Chichi-” para indicar cosas de los grupos selváticos de Honduras.  Por ejemplo, la planta medicinal  Nahuapate, significa medicina de los Nahuas en Nahua y Chichipate indica que era una planta medicinal de los grupos no nahuas. Los Pech de Culmí todavía sacan Chichimora, una semilla medicinal que es un purgante, entonces si se utilizaba “chichi-”  para indicar las plantas de los grupos de la selva de Honduras. Este comercio en plantas medicinales entre los indígenas mexicanos y los Pech  probablemente es de origen precolombino. Chichicaste es otra planta medicinal, que se  utiliza para tratar artritis, con este prefijo. Estos nombres en Nahua en Honduras no son los nombres comunes de estas plantas en México, dijo el etnobiologo Paul House.  Tambien probablemente existió un comercio de larga distancia de plumas entre Honduras, México y hasta la zona suroeste de los EE. UU. donde hasta hoy en día los indígenas norteamericanos utilizan plumas como los de la guara roja para sus ceremonias.


 En las Islas de la Bahía, el arqueólogo William Strong también reportó un arma de piedra con un mango o cabo de madera, una maza o “mace” en inglés. Había una maza de piedras redondas y había de piedra tallada con 4  puntas. Eran pesados y se insertaba el cabo de madera por el centro de la piedra tallada. Servían para golpear la gente.  No se ha reportado estas mazas en ninguna otra parte de Honduras.        


En el Museo de Rufino Galan de Trujillo y en colecciones privadas se encuentran bastante cosas de piedras verdes talladas, por ejemplo collares, dioses pequeños, y orejeras. No es jade, pero a los indígenas les gustó igual, y los Aztecas querían atacar a Honduras parcialmente para conseguir estas piedras verdes. Había una fuente de piedra verde, en un sitio arqueológico que se llama “Tulito”, por el Río Paulaya  cerca de la frontera entre Colon, Olancho y Gracias a Dios, donde los Ladinos todavía sacan piedras verdes para tallarlas y venderlas a turistas. En la Costa Pacífica de Costa Rica, se encuentran dioses pequeños de piedra con misma forma. Entonces tal vez eran de la misma étnia, los de Costa Rica (Nicaraos y Chorotegas) y los de Trujillo, o tal vez solamente eran objetos de exportación. Según los españoles, había estatuas grandes del tamaño de una persona, 

en forma de una mujer talladas de piedra verde, cerca de Trujillo, en las Islas de la Bahía, y mas lejos de Trujillo en Olancho. Esta piedra verde probablemente vino de Tulito. Los hablantes de Nahua tenía una diosa, Princesa Verde, hermana del Dios de la Lluvia Tlaloc (Quia en América Central—como Quiatlan, Santa Bárbara, el lugar del Dios Quia en Nahua, ahora Quimistan.)  Los españoles de México reportaron que era necesario sacrificio humano a esta Diosa en México, entonces tal vez estas estatuas eran de esta Diosa. Tal vez ella se llamaba Texiguat (Mujer de la Poza) o Siguaté (Poza de la Mujer) en Nahua Centroamericano,ambos nombres de lugares en Honduras nororiental.   Los españoles destruyeron el ídolo a esta diosa en Trujillo después que correctamente estimada la llegada del nuevo gobernador nombrado por el Rey de España, pero un lugar llamada Poza de la Sirena todavía existe en Betulia al oeste de Trujillo.


Ídolos (estatuas de dioses) en la zona Nororiental.


Los estatuas de ídolos y a mayoría de las estatuas de piedra tallada en el museo Rufino Galán, de la época pos-clásica que parece ser de cacique en vez de dioses que se encuentra en la zona Nororiental parece ser de otra etnia, no de los Pech. Existen  pequeñas estatuas de dioses que guindaban de los collares de piedra verdes. Parece que la etnia que vivía en la zona de Trujillo, en las islas de la Bahia, en el Valle de Agalta, Olancho, y la zona de la Ciudad Blanca en la época posclásica eran todos de las misma de  etnia, tal vez Nahuas, de influencia Nicarao. Los Pech al parecer nunca tenía costumbre de hacer ídolos en forma de sus dioses, que eran mas como espiritus que vivieron en los arboles, en los cerros, y en las pozas de agua.


En la zona de la ciudad Blanca en Olancho Ted  Maschall tomo una foto de una vasija, como una taza de café pero más grandes, con una cara de Tlaloc el dios azteca de la lluvia. Los campesinos ladinos dijeron que ellos sacaron esta vasija de un montículo allí cerca, ellas habían construido su casa sobre un montículo de una ruina arqueológica y estaban excavando allí. Los Pech dicen en sus leyendas que sus enemigos eran aliado con los espiritus de los tormentas que pudieron incluir Quetzalcoatl como Dios del Viento, Tlaloc o Quia como Dios de la Lluvia, y princesa Verde o de Faldas de jade, diosa de las aguas terrestiales o sea la Sirena.


Ellos dijeron que hace poco ellos sacaron una estatua al tamaño de un hombre de barro, ellos la vendieron se ha encontrado una estatua del tamaño de un hombre cerca de san Esteban Olancho, dijeron los ladinos allí, hay un ejemplo de una estatua de una hombre al tamaño de un hombre en la colección de Banco Atlántida cerca al Honduras Maya en Tegucigalpa pero no sabemos de donde es.


 En El Salvador estatuas de barro así eran asociados con el dios de maíz xipe totec de los aztecas y los pipiles. En la zona ladina de honduras, todavía se cuentan leyendas del “xipotillo” o cipotillo, hijo de la Llorona. Las palabras de derivación nahua-cipote (niño), cipota (niña), cipotillo (niñito) se utilizan en general en la zona de Tegucigalpa y Comayagua, pero el antropólogo Lázaro Flores dice que estas leyendas son relacionadas con el dios de maíz tierbi de los Nahuas “Xipe Totec”.En El Salvador, los arqueólogos decían que la combinación de vasos de tlaloc estatuas de xipe totec indicaban que era un sitio arqueólogos de los pipil-toltecas. Este tipo de estatuas se ha reportado en el valle de agalta y la zona de Ciudad Blanca.  


Casas y aldeas Pech y Las casas y las ciudades con muros en la zona de la Ciudad Blanca


Las comunidades Pech tenían casas permanentes y los Pech también salieron de sus comunidades a cazar y a pescar e hicieron casas de hojas como kao chajú o aun mas sencillo para pasar la noche en el campo. Cada comunidad pech era bastante pequeño. Hoy excepto por las comunidades fundados por las títulos de tierras (El Carbon y Pueblo Nuevo Subirana), los Pech viven en comunidades de unos 100-125  personas. Cuando los Pech hacían ceremonias, ellos construyeron una casa nueva para la ceremonia y un banco nuevo de capulín para el Watá. No quemaron incensio. No había ídolos representando los espiritus. 


Las ruinas arqueológicas grandes de Honduras nororiental son muy diferentes. Existen Bases de las casas. Hay  templos de piedra sobre montículos. Las  calles son empedrados con piedras blancas y hay murallas alrededor de unos de los sitios arqueológicos. Un sitio arqueológico del Valle de Agalta supuestamente tenía la forma de un observatorio tolteca. Hay muchos metates y manos. Hay vasijas para poner el corazón después de hacer el sacrificio humano. Hay mucha alfarería de North Coast Appliqué en forma de incensarios.  Hay dos conchas de pelota conocidas en Olancho. Ruinas como Antiguales Rio Claro tienen plazas y templos.   Generalmente este tipo de arquitectura es asociado con sociedades jieraquicas por ejemplo señores, principales, sacerdotes, y gente común (macehuales en nahua y en Islas de la Bahía), y esclavos. El idioma pech y la tradición oral pech no indica que los Pech en algún momento han tenido una sociedad así. Este si era el tipo de sociedad que existió en la zona de Trujillo al momento de la conquista y los caciques tenían nombres en Nahuatl como Mazatl (venado en Nahuatl). Es posible que estas ruinas eran multiétnicos. Por ejemplo el Dr. Carmack creía que en el Valle de Agalta había gente común Lenca y gente líderes de habla Nahua. Es posible que los Pech hacían trueque con estos indígenas, o que trabajaban como esclavos, pero eran los líderes mesoamericanos que dieron las pautas para la arquitectura.    


Al analizar las ruinas arqueológicas de Honduras nororiental parece que en los valles vivieron un grupo de indígenas mesoamericanos probablemente nahuas, y en las montañas los Pech tenían sus aldeas y tenían que tener cuidado que no fueron capturados por sus vecinos. Son difíciles a encontrar los sitios arqueológicos pech por la poca cantidad de cosas de piedra de alfararía que ellos hacían. La mayoría de sus artesanías son de cosas noperdurables.








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