Muñeca Tradicional Ladina comprada en Tegucigalpa sobre un tapete de
majoa Pech. Colección Privada de Pam y Thom Lawrence. Foto de Thom Lawrence.
(Archivo Completo Revisado por Wendy 6/2/2017)
Wendy agregó una foto 2/13/2017
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2/24/2017
CAPÍTULO III : ARTESANÍA
LADINA EN GENERAL
De César Indiano
“La
destrucción sistemática de la cultura indígena en Honduras no se llevó a cabo
como en México o Perú, en donde fueron arrasadas ciudades enteras que
representaban la aportación tangible más elevada de cultura Azteca o Inca.
Eso sí, en
el aspecto ideológico, trataron de sustituir una religión pagana, tan fácil de
no ser comprendida por el español del siglo XVI y que 300 años después seguía
persistiendo en la población indígena de Honduras, aunque tuvieran ya una larga
tradición cristiana, porque al interior del alma de los indígenas jamás los
frailes franciscanos y mercenarios pudieron penetrar y convencerlos plenamente
de la importancia de la nueva religión monoteísta(*)
El impacto
destructivo de la colonización no fue uniforme; en aquellos casos en que los
indios fueron sumisos y dóciles, el colono se ahorró la peste de las matanzas y
los desafueros. Además hubieron prioridades de colonización que se fundaban en
la importancia comercial estratégica de toda ciudad, pueblo o fortaleza.
Al
parecer, Honduras presentan algunas singularidades en cuanto a sus procesos de
sometimiento y colonización. En no todos los casos la persuasión se dio en términos
violentos y criminales. En los casos que las tribus no huyeron, se procedió a
una sistematización laboral que fuera funcional en rendimiento y productividad.
Naturalmente
ese violento contacto de culturas totalmente dispares gestó una multiplicidad
fenotípica y productiva cuyo resultado hoy se conoce como mestizaje. El
mestizaje es ostensible en todas las manifestaciones de la nueva cultura
colonial y su predominio acabará por convertirse en mayoría. No quedó un solo
aspecto ileso del influjo colonial, al grado que bien podríamos hablar de un mestizaje político, un mestizaje
religioso, un mestizaje filosófico, y porque no, un mestizaje artesanal.
(*)
Cuaderno Cultural e Identidad (CEDOH).
No cuesta
creer que el indígena ve reforzada su temática, su inspiración y su técnica y
que la calidad de sus productos percibe notables incrementos. Por ejemplo, los
españoles incorporaron técnicas como el tomo, el torno simple y el vidriado. El
cambio de cosmovisión religiosa y la alteración de las costumbres generaron a
su vez nuevos motivos artísticos en la alfarería y la pintura. Predominó la
fabricación de estatuillas y vasijas encausadas hacia una creatividad
cristiana. En el Museo de Arqueología de Comayagua podemos apreciar parte de
esta producción artesanal específica de la colonia.
El vidriado
se puso en boga, y fue quizá el contraste más perfecto alcanzado en la
alfarería de “contacto”, pero curiosamente, pasó del florecimiento a la
extinción después de las guerras emancipadoras. (*) La artesanía alfarera pega
en este momento un salta hacia atrás, después del gran vidriado se pasa a la
fabricación de enseres y utensilios utilitarios.
ILUSTRACION.
(*)
diagnóstico del sector artesanal de Honduras
Un estudio
de Tirsa Suyapa Molina y José Arnulfo Zúñiga.
Del
trabajo con fibra no tenemos noticias que el influjo español haya sido
determinante. El manejo de la fibra y el tratamiento de las mismas, fue para el
conquistador, sencillamente insuperable. Se limitaron a proporcionar las agujas
de acero y a introducir algunos colorantes que por supuesto nunca fueron
superiores al añil.
Pero la
influencia española si fue significativa en las técnicas de hilandería y
tejido, El torno de hilar y el telar español fueron incorporados entre algunos
indios y mestizos desde tiempos coloniales. Desde aquel momento ya era conocida
la fama de Santa Bárbara e Ilama por sus productos y estilos en junco y palma.
Entre las artesanías comestibles vale mencionar el azúcar de pilón o sea la
rapadura y entre la industria manual exportable las tintas naturales el añil y
la cochinela. Erandique ya tenía fama en la confección sobre piedra de ópalo.
LO
CONTEMPORANEO
Relativamente,
la tradición artesanal se ha conservado íntegra a sus procesos originales. Los
cambios que se perciben en las formas de producción no son substanciales; tanto
el mestizo que el indígena es el que guarda mayores convicciones con la
sabiduría artesanal ancestral.
Es
indiscutible que mucha de la población de artesanos actuales es mestiza o
ladina, pero cabe señalar que en casi todos los casos, dichas prácticas se
remontan a los períodos de las grandes culturas precolombinas.
Los
influjos posteriores de la artesanía hondureña proceden de las migraciones
negras e inglesas. Todo esto conforma un aspecto que hasta hoy, reviste todo
género de complejidades.
ILUSTRACIÓN:
Si
consideramos la artesanía de acuerdo al grupo humano que la produce; podríamos
hablar entonces de una artesanía Lenca, Chortí, Pech, Garífuna, Tolupán, Miskita
o Tawahka, Las manifestaciones culturales y productivas de cada asentamiento
humano, tendrán unas características singulares perfectamente diferenciables, a
cada grupo étnico corresponde, por lo tanto, una interpretación especial que se
funde en la cosmovisión propia de cada comunidad étnica.
Resulta
sin embargo, discutible, decir que tenemos una artesanía mestiza; ya que el
“mestizaje” como categoría antropológica es diversidad y heterogeneidad.
Resulta difícil encontrar factores cohesivos que nos permitan hablar de una
expresión homogénea o que por lo menos presente rasgos de unidad.
Cuando hablamos por ejemplo, de artesanía garífuna,
nos referimos a todos aquellos productos artesanales utilitarios o decorativos
que tengan una conexión íntima con la historia de ese pueblo, con la vida de
ese pueblo y con la visión del mundo de ese pueblo. Será posible hablar de una
visión del mundo ladina o mestiza?
Al hablar
de una artesanía ladina entenderemos preferiblemente, toda aquella
manifestación artesanal no indígena; que por variedad y diversidad presente
todo un serial de características entroncadas, naturalmente, a orígenes
múltiples. Es un hecho que la expresión artesanal ladina constituye el eje del
sector, no es lo mismo decir que la mayor parte de los procesos y los productos
artesanales tienen su fundamento en la sabiduría ancestral a decir que la
producción artesanal moderna es eminentemente indígena, que no quita que en
ciertos rubros, como el alfarero por ejemplo, sean los indígenas los más
calificados.
Geográficamente,
podríamos decir que cada zona del país segregó distintas toponimia de ladinos,
esta es, aunque parezca redundante, una diversidad de mestizajes, El ladino
costeño presentará ciertas peculiaridades con respecto al ladino sureño. Esto
no necesita una explicación exhaustiva. La conformación actual de la población
hondureña es el resultado de mezclas en espiral que se ha configurado con
matices de todos tipos humanos que ha pisado el territorio durante centenares
de años de historia.
El ladino
o mestizo jamás se configuró como grupo étnico diferenciado pero su proliferación
fue incontenible, al grado que hoy constituyen más de 90% de la población
total. De esa mayoría manifiesta se colige la mayor participación de los mismos
en la vida económica, cultural y socio-política del país. Pero podemos con toda
seguridad, hablar de zonas, zonas geográficas y demográficas cuyos caracteres
han sido cuidadosamente estudiados y discutidos.
En el
texto “El Costo de la Conquista” de Linda Newson, encontramos las referencias
pormenorizadas de todas las derivaciones raciales que incumben a este
propósito. Ella registra caracterizaciones zonales muy precisas de acuerdo a su
desarrollo histórico, actividad económica y vida socio-política. Nos explica
las distancias organizativas entre un cacicazgo y una tribu y nos describe los
procesos de población y despoblación ocasionados por todo tipo de factores.
Para la
autora “en el occidente, en el centro de Honduras, la agricultura fue la
actividad de subsistencia e mayor importancia. La cacería. pesca y recolección
probablemente en ese orden usaron un papel secundario. Las artesanías estaban
altamente desarrolladas en comparación con la de los grupos tribales de
oriente, y el comercio estaba bien establecido. Los nobles estaban
probablemente exentos de las actividades rutinarias de subsistencia de las que
se ocupaban los plebeyos y los esclavos”.
Los más
notables de este asunto es que, desde el origen, las zonas evidenciaron
preferencias o afinidades para ciertas cosas que, en otras, no. Al parecer, la
actividad alfarera de hoy en el caso de la zona occidental se deba a una
tradición que se ha ido fortaleciendo con el plazo de los siglos, pero la
artesanía actual del trabajador mestizo debe la riqueza de su repertorio a esa
combinación de modos, razas y costumbres que en todas las épocas se ha sucedido
en la que ha sido determinante la presencia africana y la española.
Para la
finalidad de este estudio dividiremos el territorio en cuatro zonas de
importancia: La zona sur, la zona central, la zona occidental y la zona norte;
(En esta división, no incluye la demográfica indígena).
RUBROS DE MAYOR DESARROLLO EN LA ARTESANIA LADINA
Atendiendo
a dos documentaciones de la Asociación Nacional de Artesanos de Honduras (ANAH),
aducimos que los rubros que han alcanzado mayor movilidad productiva y comercial
a nivel nacional son los productos de madera, los tejidos y el barro.
El cuadro
completo de los renglones productivos artesanales Ladinos incluye:
-Tallado de
madera y de piedra
-Joyería o
bisutería
-Yeso y pintura
en porcelana
-Alfarería cerámica
y porcelana.
-Cestería y
Jarcía (Mecates y Cordeles de Fibras Naturales)
-Orfebrería
-Hojalatería
-Muñequería y
juguetes
-Tejidos y
Bordados y Vestuario Folklórico
-Talabartería
-Artesanías de
Papel como Papel Maché, Piñatas, Mojigangas, y Coronas de los Muertos
-Armas para la Cacería y Equipo de Pesca
-Jícara,
Guacales, Tecomates y Barcos
-Instrumentos
musicales.
Dirección
para mayor información o compra de artesanías ladinas.
ANAH. El
Triángulo, al final del Parque el Obelisco, Comayagüela
Pájaro
Tallado en Piedra Verde por un Ladino de la zona de Trujillo, Honduras.
Original en el Museo Burke, Seattle, Washington EE.UU. Foto de Wendy Griffin
CAPÍTULO IV: EL TALLADO
El tallado
es un trabajo escultórico realizado sobre madera o sobre piedra. Aunque el
hombre ha obtenido efectos decorativos en toda clase de materiales,
indudablemente el primer material que empleó para satisfacer su instinto
decorativo fue la madera, ya que es más fácil de trabajar que ningún otro. Si
los objetos más antiguos que se conocen son de hueso o de piedra, ello se debe
a que los de madera han sido destruidos por la acción del tiempo. El hombre
primitivo era idéntico al salvaje actual. En todas las colecciones etnográficas
se advierte que la primera manifestación del arte entre los salvajes es el
grabado sobre madera, empleado para decorar flechas, remos y utensilios del
manejo doméstico. Las herramientas de los primeros tallistas debían ser de
piedra o tal vez de fragmentos de conchas.
Tallar
sobre madera no solo es menos difícil que esculpir sobre mármol u otros materiales,
sino menos satisfactorio. Este es a causa de la tendencia que tiene la madera a
rajarse, apolillarse o deteriorarse a veces fatal para la expresión de los
rostros, especialmente en el tipo clásico de los jóvenes. Por el contrario,
existen magníficos ejemplares de tallas representando rostros ancianos
arrugados, pues las cejas, las arrugas y los rasgos acusados neutralizan los
efectos del grano.
El tallado
de madera tiene diferentes orígenes. Algunas artesanías como hacer trampas y
santos eran trabajos de origen español. Es notable que mucho del tallado de
madera actual se hace en pueblos donde habían muchos mulatos. África ha tenido una riqueza de productos
tallados de madera.
La contextura
de la madera limita el campo del tallista, en cuanto consiste en manejo de
fibras llamadas grano, que crecen en dirección vertical sin gran fuerza
cohesiva por los lados. La madera más apropiada para la talla es el roble a
causa de su durabilidad y tenacidad, sin ser demasiado dura. Le siguen en
calidad las maderas de castaño, nogal, caoba y teca. El tallado clásico para el
logro de trabajos muy finos prefirió las maderas de tilo, sicomoro, manzano,
peral o círculo. Para la talla que ha de recibir un pulido posterior se usa el
pino. En Honduras, las maderas de color han sido preferidas, atendiendo a factores
de belleza y de obtención, por ejemplo el cedro y la caoba.
Tallado de
Madera Escena Típica de los Ladinos. Comprado en Tegucigalpa. Colección Privada
de Thom y Pam Lawrence. Foto de Thom Lawrence
HERRAMIENTAS.
El tallado
es una labor que requiere pocas herramientas. La herramienta clásica es la
gubia.
Formón
delgado: Se hace de diversas formas y tamaños para tallar huecos redondos y
grandes curvas.
El
Escoplo: Grande y pequeño, cuyo corte recto se emplea para las líneas y para
limpiar superficies lisas.
La V:
Cuchilla en forma de V que sirve para hacer las venillas y en algunos trabajos
para dar realce a las líneas.
El
Tornillo: Se emplea para sujetar el trabajo al banco.
El Mazo:
Para golpear.
Rublos y
espoplos curvos: Para hacer huevos demasiados profundos.
PROCESO
El
tallador o tallista asegura primero la madera al banco de trabajo mediante el
tornillo o prensa, después bosqueja las principales líneas de la composición,
indicando las flores, follajes, relieves etc. Si se trata de un dibujo
geométrico muy intrincado lo traza todo del modelo en papel previamente
elaborado. Puede combinar ambos métodos, eso dependerá del estilo de trabajo
del artesano. Luego realza las partes principales, modelando los detalles,
equilibrando las luces y las sombras y después limpia todo el conjunto.
Obviamente hay productos de talla tan pequeños que pueden elaborarse
manualmente, sin auxilio del banco de trabajo.
PRODUCTOS ARTESANALES TALLADOS DEDIFERENTES MATERIALES
Caracol
Concha de
Caracol tallado en forma de un Pez por un Ladino de la zona de Trujillo,
Honduras
Original en el
Museo Burke, Seattle, Washington
EE.UU. Foto de Wendy Griffin
Madera
Trompo Tallado
de Madera con Honduras tallado en la Madera. Comprado Copan Ruinas, Honduras.
Original en el Museo de Juguetes Tradicionales, Neuquén, Argentina
Foto de Wendy
Griffin
La mayor parte
de juguetes tradicionales son de madera como trompos, carretas, helicópteros, enchutes,
camas y juegos de sala para muñecas.
De la madera
tallada también se hacen cuadros, puertas, y baúles.
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